UNA NUEVA CRUZADA CONTRA LOS SIN PAPELES
Europa busca frenar la llegada de tunecinos
Luego de que más de 5000 personas provenientes de Túnez llegaran en cinco días a la isla italiana de Lampedusa, el gobierno de Silvio Berlusconi llamó ayer a frenar la inmigración desde ese país y propuso desplegar policías italianos en suelo tunecino, algo que fue rechazado tajantemente por el país africano. Hoy el gobierno francés expresó que "no puede haber tolerancia para la inmigración clandestina".
El portavoz del gobierno tunecino, Taieb Baccouche, consideró ayer "inaceptable" este domingo en Al-Arabiya la idea de Italia de enviar policías italianos a Túnez para contener la multitudinaria inmigración clandestina de ciudadanos de ese país.
"El pueblo tunecino rechaza el despliegue de soldados extranjeros en su territorio", respondió Baccouche al ministro del interior italiano Roberto Maroni, y agregó a la cadena de televisión Al-Arabiya que el control del litoral tunecino "compete a las autoridades tunecinas". Lamentó las declaraciones de Maroni, y agregó que no le sorprenden pues son de un ministro perteneciente a la "extrema derecha racista".
"El sistema tunecino está a punto de derrumbarse", había dicho Maroni, miembro del partido anti-inmigrantes y populista la Liga del Norte, al noticiero televisivo TG5. "Pediré al ministro tunecino de Relaciones exteriores la autorización para que nuestras fuerzas puedan intervenir en Túnez para bloquear los flujos", afirmó. Además, solicitó "una convocatoria urgente" del Consejo Europeo para "lograr una estrategia" en la lucha contra la inmigración en el Mediterráneo.
En tanto, Francia se sumó hoy a Italia y afirmó que no tolerará la inmigración clandestina tunecina, aunque deja la puerta abierta a solicitudes individuales de asilo, aseguró el ministro francés de Industria, Eric Besson.
"No puede haber tolerancia para la inmigración clandestina", dijo el ministro en una emisión de "Canal +", donde precisó que sí es posible, no obstante, que "algunos puedan tener derecho al asilo". No se trata, agregó el ministro, de una "decisión colectiva" sino que habrá que analizar "caso por caso la situación personal" de los afectados.
Cerca de 5000 emigrantes ilegales, en su mayoría tunecinos, llegaron a la isla italiana de Lampedusa en los últimos días, lo que motivó un viaje a Túnez de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton.
Desde el Ministerio francés de Exteriores se subrayó que Francia reafirma su "plena solidaridad con Italia", país con el que mantiene "regularmente contactos" en materia de inmigración. "La lucha contra la inmigración irregular constituye una prioridad que el Gobierno francés comparte con el italiano", agregó la diplomacia gala, que aprovechó para pedir un "refuerzo operacional de la agencia Frontex y un desarrollo de la cooperación con los países de origen y de tránsito".
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-162338-2011-02-14.html
lunes, 14 de febrero de 2011
domingo, 13 de febrero de 2011
Emergencia humanitaria en Italia por una ola de inmigrantes árabes
13/02/11 En los últimos 4 días llegaron en barcazas 4.000 personas que huyen de la crisis.
Ante la oleada de arribos en decenas de viejas “carretas del mar” de casi cuatro mil inmigrantes ilegales en cuatro días desde las agitadas costas del norte de Africa, el gobierno italiano declaró ayer el estado de emergencia humanitaria en una reunión especial del Consejo de Ministros.
El incendio social en los países árabes comienza a crear serios contragolpes para Europa . Anoche habían sido avistadas en las aguas calmas del Mediterráneo gracias al buen tiempo otras diez o doce embarcaciones. Una barcaza pequeña se hundió por el exceso de peso cuando salía de Túnez y hay un muerto y un desaparecido. Diez hombres, mujeres y chicos fueron salvados.
Los inmigrantes apuntan a la isla de Lampedusa, tierra avanzada de Italia en el extremo sur de la península, cerca de Malta y las costas del Mahgreb.
Mientras en Túnez y Argelia proseguían ayer manifestaciones y desórdenes, en un largo arco que va de Egipto a Libia, Argelia y Marruecos son muchos los que quieren aprovechar y embarcarse hacia el sueño de prosperidad europeo, porque la propagación de la revolución árabe seguramente agravará los problemas económicos.
Italia ha pedido a Europa que intervenga para ayudarla a asistir a los inmigrantes y organizar una estrategia para afrontar la crisis humanitaria que ya se perfila, con éxodos de masa que en el próximo futuro pueden extenderse a las naciones del Africa negra.
Como las estructuras de recepción de Lampedusa fueron cerradas, aviones y naves han comenzado a trasladar a otros centros para inmigrantes en el continente italiano a miles de inmigrantes.
En Lampedusa, los recién llegados duermen donde pueden mientras se trata de reabrir las estructuras de acogida. Muchos prófugos pernoctan en las banquinas del puerto.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, dijo que el objetivo principal del gobierno de Roma es asistir “a los ciudadanos en fuga desde los países nordafricanos”, que en buena parte arriban indocumentados.
Maroni acusó a las autoridades de la Unión Europea de “proceder con paso lento hasta ahora”.
La gran mayoría de los inmigrantes clandestinos son de Túnez y pagan entre 500 y 700 euros para lograr embarcarse hacia las costas europeas.
La emergencia dramatizó las expectativas ansiosas de los italianos por los acontecimientos en Egipto y en los países del Mahgreb, mientras en la propia península se vive un clima de fuerte exasperación política por los escándalos que involucran al primer ministro Silvio Berlusconi.
Se estima que hoy miles de mujeres marcharán al grito de “Basta!” por más de cien ciudades en defensa “de la dignidad y respeto” de las féminas, reclamando la inmediata renuncia del jefe del gobierno italiano.
La justicia de Milán está por procesar a Berlusconi por la prostitución de una menor y abuso de poder, en el llamado “Rubygate”. Tres allegados al premier irán a proceso por organizar una red de prostitución a fin de animar las festicholas en la residencia de Berlusconi. Los medios de comunicación siguen concentrados en estos temas, que también suscitan la atención internacional. Italia vive un fuerte desprestigio que el jefe de la oposición de centroizquierda, PierLuigi Bersani sintetizó en la frase: “Diplomáticos en lágrimas y empresarios muy preocupados”.
Ayer, el periodista Giuliano Ferrara, amigo crítico de Berlusconi, junto a 1.500 partidarios de Il Cavaliere en Milán, fueron convocados bajo el lema: “En calzones, pero vivos”.
Lo de los “calzones”, según los observadores, se relaciona con el proyecto de cientos de mujeres de ir hoy hasta la residencia de Berlusconi en Arcore, un suburbio de Milán, escenario de los escándalos sexuales de “Bunga-Bunga”, para lanzar sus bombachas en señal de desprecio y bronca contra el premier Berlusconi.
http://www.clarin.com/mundo/Emergencia-humanitaria-Italia-inmigrantes-arabes_0_426557417.html
13/02/11 En los últimos 4 días llegaron en barcazas 4.000 personas que huyen de la crisis.
Ante la oleada de arribos en decenas de viejas “carretas del mar” de casi cuatro mil inmigrantes ilegales en cuatro días desde las agitadas costas del norte de Africa, el gobierno italiano declaró ayer el estado de emergencia humanitaria en una reunión especial del Consejo de Ministros.
El incendio social en los países árabes comienza a crear serios contragolpes para Europa . Anoche habían sido avistadas en las aguas calmas del Mediterráneo gracias al buen tiempo otras diez o doce embarcaciones. Una barcaza pequeña se hundió por el exceso de peso cuando salía de Túnez y hay un muerto y un desaparecido. Diez hombres, mujeres y chicos fueron salvados.
Los inmigrantes apuntan a la isla de Lampedusa, tierra avanzada de Italia en el extremo sur de la península, cerca de Malta y las costas del Mahgreb.
Mientras en Túnez y Argelia proseguían ayer manifestaciones y desórdenes, en un largo arco que va de Egipto a Libia, Argelia y Marruecos son muchos los que quieren aprovechar y embarcarse hacia el sueño de prosperidad europeo, porque la propagación de la revolución árabe seguramente agravará los problemas económicos.
Italia ha pedido a Europa que intervenga para ayudarla a asistir a los inmigrantes y organizar una estrategia para afrontar la crisis humanitaria que ya se perfila, con éxodos de masa que en el próximo futuro pueden extenderse a las naciones del Africa negra.
Como las estructuras de recepción de Lampedusa fueron cerradas, aviones y naves han comenzado a trasladar a otros centros para inmigrantes en el continente italiano a miles de inmigrantes.
En Lampedusa, los recién llegados duermen donde pueden mientras se trata de reabrir las estructuras de acogida. Muchos prófugos pernoctan en las banquinas del puerto.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, dijo que el objetivo principal del gobierno de Roma es asistir “a los ciudadanos en fuga desde los países nordafricanos”, que en buena parte arriban indocumentados.
Maroni acusó a las autoridades de la Unión Europea de “proceder con paso lento hasta ahora”.
La gran mayoría de los inmigrantes clandestinos son de Túnez y pagan entre 500 y 700 euros para lograr embarcarse hacia las costas europeas.
La emergencia dramatizó las expectativas ansiosas de los italianos por los acontecimientos en Egipto y en los países del Mahgreb, mientras en la propia península se vive un clima de fuerte exasperación política por los escándalos que involucran al primer ministro Silvio Berlusconi.
Se estima que hoy miles de mujeres marcharán al grito de “Basta!” por más de cien ciudades en defensa “de la dignidad y respeto” de las féminas, reclamando la inmediata renuncia del jefe del gobierno italiano.
La justicia de Milán está por procesar a Berlusconi por la prostitución de una menor y abuso de poder, en el llamado “Rubygate”. Tres allegados al premier irán a proceso por organizar una red de prostitución a fin de animar las festicholas en la residencia de Berlusconi. Los medios de comunicación siguen concentrados en estos temas, que también suscitan la atención internacional. Italia vive un fuerte desprestigio que el jefe de la oposición de centroizquierda, PierLuigi Bersani sintetizó en la frase: “Diplomáticos en lágrimas y empresarios muy preocupados”.
Ayer, el periodista Giuliano Ferrara, amigo crítico de Berlusconi, junto a 1.500 partidarios de Il Cavaliere en Milán, fueron convocados bajo el lema: “En calzones, pero vivos”.
Lo de los “calzones”, según los observadores, se relaciona con el proyecto de cientos de mujeres de ir hoy hasta la residencia de Berlusconi en Arcore, un suburbio de Milán, escenario de los escándalos sexuales de “Bunga-Bunga”, para lanzar sus bombachas en señal de desprecio y bronca contra el premier Berlusconi.
http://www.clarin.com/mundo/Emergencia-humanitaria-Italia-inmigrantes-arabes_0_426557417.html
miércoles, 9 de febrero de 2011
Seguimos pensando qué hacer para ayudar a Manuel
Hace unos días te contamos lo sucedido con el hijo de Natividad en Perú.
A la distancia, mucho no podemos hacer, solo tener fe y estar con ellos, con su familia y pensar que todo va a salir bien.
Sin embargo, tampoco podemos quedarnos con los brazos cruzados, y a alguien siempre dispuesto a ayudar (por suerte siempre hay personas dispuestas a ayudar a los demás) se le ocurrió organizar una "pollada" a beneficio de Manuel.
Ojalá puedas sumarte. Cada granito de arena es importante.
POLLADA SOLIDARIA A BENEFICIO DE MANUEL OBESO
Gran Cruzada Solidaria a Beneficio de Manuel Obeso
Con tu contribución vamos ayudar a Manu, ¡él y su familia nos necesitan!
Pollada Solidaria: ¿Cuándo? el domingo 13 de febrero a partir de las 12 pm en adelante...
Restaraurant "Inka si Señor" Juan B.Justo 6302 - Floresta (a 3 cuadras de Av. Nazca)
Por cualquier informacion:
migrantesenargentina@yahoo.com.ar
o llamar a Maria Urbano 42284865
Todo suma! Te esperamos!
A la distancia, mucho no podemos hacer, solo tener fe y estar con ellos, con su familia y pensar que todo va a salir bien.
Sin embargo, tampoco podemos quedarnos con los brazos cruzados, y a alguien siempre dispuesto a ayudar (por suerte siempre hay personas dispuestas a ayudar a los demás) se le ocurrió organizar una "pollada" a beneficio de Manuel.
Ojalá puedas sumarte. Cada granito de arena es importante.
POLLADA SOLIDARIA A BENEFICIO DE MANUEL OBESO
Gran Cruzada Solidaria a Beneficio de Manuel Obeso
Con tu contribución vamos ayudar a Manu, ¡él y su familia nos necesitan!
Pollada Solidaria: ¿Cuándo? el domingo 13 de febrero a partir de las 12 pm en adelante...
Restaraurant "Inka si Señor" Juan B.Justo 6302 - Floresta (a 3 cuadras de Av. Nazca)
Por cualquier informacion:
migrantesenargentina@yahoo.com.ar
o llamar a Maria Urbano 42284865
Todo suma! Te esperamos!
lunes, 7 de febrero de 2011
Del primero, del tercero... en fin... ¡inmigrantes!
JOVENES INMIGRANTES: SUDACAS Y EURACAS
Discriminación descontrolada
La inmigración limítrofe se mantuvo en el 3 por ciento, mientras que en los últimos años llegaron más extranjeros provenientes de Europa y Estados Unidos. Las noticias de las “tomas” y las declaraciones políticas caldearon xenofobia e hicieron resurgir ese absurdo orgullo de tener lugar de origen en un país de inmigrantes. En fin, el NO juntó a migrantes del tercer mundo con los del primer mundo para entender cómo se trata en estas pampas a las personas según de dónde vengan.
Por Federico Lisica
La remera que trae Milad nació de un stencil global. En el centro está Paddington –el osito peruano hallado en la estación de tren londinense, icono de la literatura infantil inglesa– con la leyenda: “La inmigración no es un crimen”. La consiguió en un viaje a Colombia y la ofrece para la sesión de fotos. Finalmente quedará a un costado cerca de su dueño, un alemán acompañado de dos españoles, un italiano, un boliviano y un uruguayo. Se sientan en ronda bajo la mirada atenta de otro nómada como Luca Prodan. La foto del cantante de Sumo, a lo alto de una de las paredes de la residencia para estudiantes extranjeros, no parece haber sido colgada ahí por azar. Ellos tampoco están acá por casualidad. Cada uno tiene sus motivos.
Marcelo dejó una pesada historia familiar del otro lado del río (“todos en la Villa 20 me conocen como ‘El Uru’”, aclara). Cada mañana atraviesa las calles de barro, mira el tendal de cables grises, el basural y la torre fantasmagórica de Interama para llegar a su trabajo como ayudante gastronómico. “La verdad es que la Argentina en un principio no me gustaba, soy muy del lugar, y vine re deprimido. Tenía 25 años y piqué para el Norte, a Salta y Jujuy, que no tiene nada que ver con lo de acá... hablo de la gente, el respeto por la palabra”, dice –con unos poquísimos pero perceptibles “tá” y “vó”– en el camino. Vive con su mujer e hijas en una de las villas más pobladas de la ciudad, y semanas atrás estuvo palmo a palmo con Juan en la toma del Parque Indoamericano. Marcelo cuenta que cuidaron “las carpitas hechas con plásticos y palos”, que se resguardaron “de los tiros que venían desde cualquier lado”, que vieron sangre y muerte entre el humo. Juan, por su parte, nació en la provincia de Santa Cruz en Bolivia y ancló con toda su familia en el sur de la capital hacia 2003, básicamente, “porque allá no había nada para comer, pero nada nada”. Junto a Marcelo es uno de los más de 40 mil habitantes de esa tierra que quema, y para lograr algo más no pudo escapar para rendir sus exámenes en el colegio (ver recuadro “¿Qué ves cuando me ves?”).
Andrea es clown y giramondo. Cuenta que “hasta que la maquinita funcione” va a seguir cruzando fronteras con su arte; ésta es la tercera vez que se radica “por un cachito” en la Argentina. “La primera fue por la ‘Contra Cumbre de las Américas’ en 2005, luego trabajé con grupos indígenas en Chiapas enseñando teatro, estuve en Colombia, volví a Italia como cocinero, tomé cursos de payaso y ahora vine a montar un espectáculo... Para mí esto es como cerrar una etapa y abrir otra”, expresa sin necesidad de mostrar el pasaporte lleno de colores y sellos. Cuando vuelve a la residencia de sus ensayos, le gusta perderse por los recovecos de la noche de Almagro “y tomarse unos vinitos en las milongas”. Aunque diferencia: “Al principio es más vivir fiu fiu fiu, de fiesta. Después caes, compartes, y a eso de los cinco meses te dicen: ‘¿Vamos a tomar una cerveza? Me cago en la puta madre, no tengo plata’. Y por eso me ha enganchado Buenos Aires, por lo pasional, en un momento sos estrella y después estás en el charco, arriba y abajo”.
Esos contrastes son los que Ruth no hallaba en Barcelona (“tenía como una realidad inventada, el mundo no es tan así, lo correcto, lo estable, lo no salirse de la norma, y aquí era lo bueno y lo malo juntos, la riqueza y la pobreza, el entusiasmo... se vive más”). Con Paco, aparte de su origen catalán, comparte algo más. Son actores y parte del staff del Proyecto AEBA (proyectoaeba.com.ar). “Somos españoles y a todos nos atrae la ciudad en lo teatral. Buscamos juntar experiencias, montar obras, ser un lazo”, explica Ruth, la ideóloga de la empresa. A ella se la puede oír en la película Los paranoicos, ver en obras como La casa de Bernarda Alba, cantar con su proyecto Kodama y moverse por el barrio de Boedo “como una porteña más”, jura. “Es que si hago mi tonada de aquí no se dan cuenta –se ríe–. Llegué hace cinco años por vacaciones, conocí a una chica, me enamoré y me quedé. Fue un poco por el idioma, porque me siento cómoda; pero más bien es por el teatro, el amor al teatro”, cuenta con emoción en la voz.
Paco pasó la puerta corrediza de Ezeiza hace “dos... tres meses” con el objetivo de hacer un voluntariado en teatro. “Tal vez aquí sea más duro que en otros lados –comenta–, pero la gratificación es mayor. En este poco tiempo tengo la sensación de que me han pasado muchísimas cosas, casi imposible para ese lapso.” Algunas de ellas fueron preparar su espectáculo de stand-up, animar fiestas y ubicarse en el barrio de Belgrano: “Muy cerca del banco que robamos”, tira.
Milad es oriundo de “un pequeño pueblito bohemio” alemán y escogió Buenos Aires para perfeccionarse en Medicina por “su doble reputación, lo cosmopolita y por la que tenía el sistema público de aquí. Felizmente mi último año de carrera puedo hacerlo en otro lugar y aquí estoy”. Lleva puesto el ambo azul con el que salió hace un rato del Hospital Santojanni –bastante cerca de la Villa 20–, aunque los fines de semanas se lo quita para bailar en salas como Uniclub o Crobar. “Me tenía que volver en diciembre, pero no pude ir, fue como atajarme de un microcosmos.” Si bien al principio “las informaciones desordenadas” y la comida de las “pariyas malas de caye Florida” le dieron “náuseas y ganas de volverse”, sin click alguno comenzó a conectar: “La llegada es dura, pero es como una forma de honestidad. Este es un planeta aparte, muy adictivo. La gente, los lugares, la movida artística, es la onda, la buena y mala onda... me gusta la onda”.
DESCONTROLADOS Y 1200 POR MES... ¡JODER!
Según Alejandro Grimson (antropólogo e investigador del Conicet / Idaes–Unsam), existen varios tipos de inmigración (permanente, transitoria, golondrina) y que por una cuestión vital ésta suele darse en la juventud. Los entrevistados cuadran en esas categorías. Aunque –¿dónde está el chino que escucha pop oriental mientras atiende en la caja del súper?, ¿o será el “ponja maxiquiosco” de la publicidad?, ¿y el morocho que vende oro?– podría etiquetarse y preguntar al borde de la discriminación descontrolada. Es que en muy poco tiempo, dos noticias relacionadas con la inmigración y con los jóvenes aparecieron con virulencia, caldearon xenofobia y ese ubicuo y raro orgullo por el lugar de origen.
La primera hizo mella a partir de lo dicho por el jefe de Gobierno de la Ciudad con su hashtag nacionalista y vergonzoso: “#InmigraciónDescontrolada”. “Es racismo puro, y punto”, marca Andrea. “Nosotros nos cagamos de la risa en la cara de él; te olvidaste, culeao, de tu papá, de tu mamá, de cómo vinieron”, lanza Marcelo, que estuvo en Casa Rosada tras los incidentes en Villa Soldati junto a representantes de las comunidades que ocuparon el predio. Dos días antes, Mauricio Macri –con los mismos argumentos que el Alcalde Diamante en un episodio de Los Simpson– profirió, una y otra vez, la polémica frase.
No importa que las estadísticas oficiales demuestren que la inmigración limítrofe se mantiene desde hace un largo tiempo cerca del 3 por ciento (se calcula que un 10 por ciento de la población en nuestro país es de origen paraguayo, boliviano y peruano), o que según los datos de Migraciones entre 2004-2009, en proporción, han llegado más italianos y estadounidenses que gente del país de Juan. “Con lo de ‘inmigración descontrolada’ no se refería a Europa, hablaba de Perú, de Paraguay, de Bolivia, ni siquiera de Uruguay”, dice el charrúa entre risas y bronca, optimista –incluso– por la organización surgida de las tomas.
“Cuando una persona la pasa mal y se muere de hambre, ¿cómo puedes decir qué es un descontrol? Aunque me parece que la inmigración es un fenómeno global al que hay que buscarle soluciones. Intentar que la gente que viene no termine en talleres clandestinos, a veces manejados por sus propios compatriotas. Toda persona en esa situación tiene derecho a salir”, apunta Paco.
“Yo tengo que hablar de eso”, anuncia Ruth con voz de reto. El tema: los mil doscientos españoles de entre 25 y 35 años que emigran “para buscar en la Argentina la alternativa laboral que su país no les brinda”. La nota apareció en un diario ibérico a mediados de diciembre y fue replicada en nuestro país. “Lo que se está queriendo decir, la información que se quiere dar... es patético.” Ni Ruth ni Paco creen en esos números: “Tendrán en cuenta a los que tienen doble nacionalidad, los que vienen a hacer turismo por largo tiempo. Además, el primer destino suele ser Francia e Inglaterra”, dicen entre los dos.
Pero la bronca viene por otro lado: “Llamaron a AEBA porque querían hacer una nota de los españoles en la Argentina. Querían un español que les dijera que acá estábamos de puta madre y que se vinieran todos. Mira, yo vine hace 5 años, así que no vine por la crisis –le explicó Ruth a la periodista–. Una compañera le habló de la presión social que tenía allí, de un trabajo fijo, de una hipoteca, y tan tan tan; y pusieron todo como si aquí fuera lo más, que te dan trabajo... ¡cuando vio la publicación! A mi amiga la insultaron mal, que se había dado la vuelta, y todo ese rollo. En definitiva, quieren que nos rajemos; antes en España era con los inmigrantes, ahora ya es cualquiera”, lanza. “No vengamos con que aquí es la panacea –suma Paco–. La verdad es que un puesto estable o la calidad de vida es mejor en España que en la Argentina. Aunque el teatro es un sector aparte, y como mucho de lo que se hace allí es a través de ayuntamiento, es cierto que ha disminuido por la crisis. Había averiguado que aquí había 300 mil españoles, leo esa nota y... ¡pero la puta madre, no soy original!”, dice entre carcajadas.
A Ruth le causa gracia un término que ha comenzado a circular en la web, nacido entre aquella sensación que Manu Chao señaló sobre las ventajas de su pasaporte –y que reconocen los entrevistados del Viejo Mundo–, las facilidades del cambio monetario y cierta metamorfosis de época: “No me molestaría que me llamen ‘euraca’ –se ríe–, está bueno que nos puedan llamar mal, prefiero eso a que me digan ‘¡ay, mi amor!’ porque soy española. La connotación de sudaca, en cambio, es horrible. Yo vine aquí para vivir ‘la realidad’, no quiero que me den beneficios de nada”.
“NO HE TERMINADO CON BUENOS AIRES”
Wendy Sulca, el Delfín y la Tigresa del Oriente cantaron juntos su hit dedicado a Israel (y apoyado por la embajada de ese país) en Ciudad Konex (muy cerca de donde se hizo esta entrevista para el NO). El recital fue en ese epicentro cultural semejante a la torre babilónica por el mix de colores e idiomas de sus visitantes. Menos kitsch y con plena sinceridad en la voz, Andrea dice que por su estilo de vida es “casi más inmigrante en Europa que acá”. Como Milad, confía en las experiencias que le llenan el alma. “Cuanto más viajas, más tienes como opción quedarte en otro lugar, las fronteras caen y juegan un papel menos importante –razona el alemán–. Sé que es una perspectiva privilegiada, aquí hay personas diferentes de países diferentes. Yo tengo esa posibilidad, más por casualidad que por otra cosa.”
En ese aquí y allá, en ese ellos y nosotros, en esa nacionalidad a la que Paco en varios momentos de la charla definirá “accidental” (sus mismos padres migraron por Europa), para Marcelo implica un antes y un después: “Después de lo que pasamos en la toma, de lo que vivimos, quiero nacionalizarme. Es para pelearla por gente que acá está muerta y no lo sabe. Es tan grande la diferencia... Y no es por la necesidad que siempre está, pero la torta está tan mal recortada. Yo puedo contar lo que es la villa, pero otra cosa es vivirla. Esto –dice mirando el ambiente de unos pocos metros cuadrados– es un lujo. Allá las mujeres están solas y con pibes, las casas hechas con cuatro palos, lo primero que te tildan es de chorro y al final somos todos iguales, seres humanos. Milad y yo tenemos la misma visión, luchar por un futuro de estabilidad, si no, ¿para qué emigraste con todo lo tuyo a cuestas?”.
“Cuando anunciaron que Evo Morales iba a dar tierras si nos volvíamos –lanza Juan con seguridad–, uno se pone a pensar: ¿y para qué vine acá? Uno viene a laburar, para salir adelante, ganarse la vida bien y listo.”
Los sueños de radicarse aparecen como una opción en Milad: “Es que no terminé con Buenos Aires. Tengo que volver a Alemania por mi graduación, estoy pensando cuándo, cómo y en qué rol podría volver. Si podría comprar mi departamento. Hay que tener una conexión con la ciudad”. A Ruth, en cambio, la seduce la confianza en el presente: “No sé si me quiero quedar, si soy consciente de lo que voy viviendo. Como que voy generando cosas; ya llevo cinco años e ir a otro lugar sería empezar de cero. Y es necesario anclar. Mi deseo sería vivir en los dos lugares. Dos meses en España y el resto aquí y en otras partes; pero sé que es muy difícil”.
Uno de esos “frutos” es justamente el proyecto AEBA concebido como colectivo teatral y algo más: “Estaba desconectadísima de todo lo español, quería vivir como una argentina más; pero al cabo de tres años se te empiezan a disparar otras cosas, de hacer un tipo de bromas, de compartir un lenguaje, de recuerdos infantiles, de pasarte toda una tarde acordándote de programas de chico”. Hoy el proyecto reúne a casi una treintena de artistas como Paco (que anda con su “billete” sin confirmación de vuelta). “Buenos Aires me ha abierto una puerta que no sé muy bien a dónde me va a deparar”, dice el catalán.
VOLANDO VENGO, VOLANDO VOY
“Me gusta el concepto de tener una pasión, eso de ‘primero Racing... después existo’, pero nunca ganas en la realidad”, se ríe Milad por su afición blanquiceleste. La charla derivó para el fútbol. Y si esa elección puede sorprender, la de los dos catalanes no lo hace en absoluto. “San Lorenzo por el blaugrana”, anuncian los dos. “Es obvio –manda Ruth–, además vivo en Boedo.” Mejor no preguntar por la elección del Balón de Oro para Messi.
La única bandera que lleva consigo Andrea es la de la Fiorentina. Es un banderín mental, ya que no queda espacio en la valija por los discos. “De cada lugar en el que estoy me llevo un CD con su música, soy súper fanático de la cumbia. Aunque la cumbia villera me cabe hasta ahí. Pero más porque acá me joden con ‘ay, Andrea...’ –canturrea el tema de Pibes Chorros–, bueno, me rompe un poco.” Juan dice que en Bolivia escuchó reggaetón antes que cualquier argento. Señales de origen (y/o adopción) que calan perfecto en Ruth: “Me gusta el flamenco, la rumba, la fusión y me apasiona el tango. Canto y bailo tango, lo siento mucho más propio que cualquier amigo argentino, me hace flashear que soy de acá o en otra vida nací aquí. Lo que no me apasiona es el rock nacional, supongo que es más generacional, no me he comprado esos discos, ni leído las letras, bah, no crecí con ellas en el reproductor”.
De ese espejo portátil en el que uno y otros se miran, surgen visiones que han ido madurado por el tiempo de los tiempos. “Acá vamos a comer asado pum pam... yo creo que allá, son más fríos”, tira “El Uru”. Paco y Milad se asombraron de que en la misma calle, al hablar con transeúntes, brotan los lazos –más o menos imaginarios, más o menos reales– con el otro lado del Atlántico. Paco fascinó con la cantidad de imitadores de Joaquín Sabina (aunque todavía no conoce al gran Joaco del Garzo). “En mi caso, por decir que soy alemán ya me consideran de cierta forma”, dice Milad. A Andrea en Colombia le pedían plata constantemente al oírlo hablar, “hasta que me veían payaso, con la nariz colorada, y bueh...”. “Tenemos prejuicios de cómo es el argentino, el italiano o el belga; hay una lucha interior que tienes que hacer todo el tiempo –explica Paco–. Yo me siento bien tratado porque me he movido mucho, he puesto mucho de mí. Está en uno romper las barreras mentales, los estereotipos, hay que abrir los ojos.” Como lo hace “El Uru” cada vez que le sucede algo en particular: “¿No les pasó de dar vuelta en una esquina, y en tu película es igual al lugar de dónde viniste?”. Tal vez les suceda en la próxima ronda. Ruth ya partió; Milad y Andrea se quedan en la residencia; Paco pregunta cómo tomarse la línea E para ir a la estación La Plata; Juan y Marcelo encaran la avenida más larga del mundo donde los espera el 5 que va hasta Piedra Buena, y de ahí caminando a la villa.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-5243-2011-02-07.html
Discriminación descontrolada
La inmigración limítrofe se mantuvo en el 3 por ciento, mientras que en los últimos años llegaron más extranjeros provenientes de Europa y Estados Unidos. Las noticias de las “tomas” y las declaraciones políticas caldearon xenofobia e hicieron resurgir ese absurdo orgullo de tener lugar de origen en un país de inmigrantes. En fin, el NO juntó a migrantes del tercer mundo con los del primer mundo para entender cómo se trata en estas pampas a las personas según de dónde vengan.
Por Federico Lisica
La remera que trae Milad nació de un stencil global. En el centro está Paddington –el osito peruano hallado en la estación de tren londinense, icono de la literatura infantil inglesa– con la leyenda: “La inmigración no es un crimen”. La consiguió en un viaje a Colombia y la ofrece para la sesión de fotos. Finalmente quedará a un costado cerca de su dueño, un alemán acompañado de dos españoles, un italiano, un boliviano y un uruguayo. Se sientan en ronda bajo la mirada atenta de otro nómada como Luca Prodan. La foto del cantante de Sumo, a lo alto de una de las paredes de la residencia para estudiantes extranjeros, no parece haber sido colgada ahí por azar. Ellos tampoco están acá por casualidad. Cada uno tiene sus motivos.
Marcelo dejó una pesada historia familiar del otro lado del río (“todos en la Villa 20 me conocen como ‘El Uru’”, aclara). Cada mañana atraviesa las calles de barro, mira el tendal de cables grises, el basural y la torre fantasmagórica de Interama para llegar a su trabajo como ayudante gastronómico. “La verdad es que la Argentina en un principio no me gustaba, soy muy del lugar, y vine re deprimido. Tenía 25 años y piqué para el Norte, a Salta y Jujuy, que no tiene nada que ver con lo de acá... hablo de la gente, el respeto por la palabra”, dice –con unos poquísimos pero perceptibles “tá” y “vó”– en el camino. Vive con su mujer e hijas en una de las villas más pobladas de la ciudad, y semanas atrás estuvo palmo a palmo con Juan en la toma del Parque Indoamericano. Marcelo cuenta que cuidaron “las carpitas hechas con plásticos y palos”, que se resguardaron “de los tiros que venían desde cualquier lado”, que vieron sangre y muerte entre el humo. Juan, por su parte, nació en la provincia de Santa Cruz en Bolivia y ancló con toda su familia en el sur de la capital hacia 2003, básicamente, “porque allá no había nada para comer, pero nada nada”. Junto a Marcelo es uno de los más de 40 mil habitantes de esa tierra que quema, y para lograr algo más no pudo escapar para rendir sus exámenes en el colegio (ver recuadro “¿Qué ves cuando me ves?”).
Andrea es clown y giramondo. Cuenta que “hasta que la maquinita funcione” va a seguir cruzando fronteras con su arte; ésta es la tercera vez que se radica “por un cachito” en la Argentina. “La primera fue por la ‘Contra Cumbre de las Américas’ en 2005, luego trabajé con grupos indígenas en Chiapas enseñando teatro, estuve en Colombia, volví a Italia como cocinero, tomé cursos de payaso y ahora vine a montar un espectáculo... Para mí esto es como cerrar una etapa y abrir otra”, expresa sin necesidad de mostrar el pasaporte lleno de colores y sellos. Cuando vuelve a la residencia de sus ensayos, le gusta perderse por los recovecos de la noche de Almagro “y tomarse unos vinitos en las milongas”. Aunque diferencia: “Al principio es más vivir fiu fiu fiu, de fiesta. Después caes, compartes, y a eso de los cinco meses te dicen: ‘¿Vamos a tomar una cerveza? Me cago en la puta madre, no tengo plata’. Y por eso me ha enganchado Buenos Aires, por lo pasional, en un momento sos estrella y después estás en el charco, arriba y abajo”.
Esos contrastes son los que Ruth no hallaba en Barcelona (“tenía como una realidad inventada, el mundo no es tan así, lo correcto, lo estable, lo no salirse de la norma, y aquí era lo bueno y lo malo juntos, la riqueza y la pobreza, el entusiasmo... se vive más”). Con Paco, aparte de su origen catalán, comparte algo más. Son actores y parte del staff del Proyecto AEBA (proyectoaeba.com.ar). “Somos españoles y a todos nos atrae la ciudad en lo teatral. Buscamos juntar experiencias, montar obras, ser un lazo”, explica Ruth, la ideóloga de la empresa. A ella se la puede oír en la película Los paranoicos, ver en obras como La casa de Bernarda Alba, cantar con su proyecto Kodama y moverse por el barrio de Boedo “como una porteña más”, jura. “Es que si hago mi tonada de aquí no se dan cuenta –se ríe–. Llegué hace cinco años por vacaciones, conocí a una chica, me enamoré y me quedé. Fue un poco por el idioma, porque me siento cómoda; pero más bien es por el teatro, el amor al teatro”, cuenta con emoción en la voz.
Paco pasó la puerta corrediza de Ezeiza hace “dos... tres meses” con el objetivo de hacer un voluntariado en teatro. “Tal vez aquí sea más duro que en otros lados –comenta–, pero la gratificación es mayor. En este poco tiempo tengo la sensación de que me han pasado muchísimas cosas, casi imposible para ese lapso.” Algunas de ellas fueron preparar su espectáculo de stand-up, animar fiestas y ubicarse en el barrio de Belgrano: “Muy cerca del banco que robamos”, tira.
Milad es oriundo de “un pequeño pueblito bohemio” alemán y escogió Buenos Aires para perfeccionarse en Medicina por “su doble reputación, lo cosmopolita y por la que tenía el sistema público de aquí. Felizmente mi último año de carrera puedo hacerlo en otro lugar y aquí estoy”. Lleva puesto el ambo azul con el que salió hace un rato del Hospital Santojanni –bastante cerca de la Villa 20–, aunque los fines de semanas se lo quita para bailar en salas como Uniclub o Crobar. “Me tenía que volver en diciembre, pero no pude ir, fue como atajarme de un microcosmos.” Si bien al principio “las informaciones desordenadas” y la comida de las “pariyas malas de caye Florida” le dieron “náuseas y ganas de volverse”, sin click alguno comenzó a conectar: “La llegada es dura, pero es como una forma de honestidad. Este es un planeta aparte, muy adictivo. La gente, los lugares, la movida artística, es la onda, la buena y mala onda... me gusta la onda”.
DESCONTROLADOS Y 1200 POR MES... ¡JODER!
Según Alejandro Grimson (antropólogo e investigador del Conicet / Idaes–Unsam), existen varios tipos de inmigración (permanente, transitoria, golondrina) y que por una cuestión vital ésta suele darse en la juventud. Los entrevistados cuadran en esas categorías. Aunque –¿dónde está el chino que escucha pop oriental mientras atiende en la caja del súper?, ¿o será el “ponja maxiquiosco” de la publicidad?, ¿y el morocho que vende oro?– podría etiquetarse y preguntar al borde de la discriminación descontrolada. Es que en muy poco tiempo, dos noticias relacionadas con la inmigración y con los jóvenes aparecieron con virulencia, caldearon xenofobia y ese ubicuo y raro orgullo por el lugar de origen.
La primera hizo mella a partir de lo dicho por el jefe de Gobierno de la Ciudad con su hashtag nacionalista y vergonzoso: “#InmigraciónDescontrolada”. “Es racismo puro, y punto”, marca Andrea. “Nosotros nos cagamos de la risa en la cara de él; te olvidaste, culeao, de tu papá, de tu mamá, de cómo vinieron”, lanza Marcelo, que estuvo en Casa Rosada tras los incidentes en Villa Soldati junto a representantes de las comunidades que ocuparon el predio. Dos días antes, Mauricio Macri –con los mismos argumentos que el Alcalde Diamante en un episodio de Los Simpson– profirió, una y otra vez, la polémica frase.
No importa que las estadísticas oficiales demuestren que la inmigración limítrofe se mantiene desde hace un largo tiempo cerca del 3 por ciento (se calcula que un 10 por ciento de la población en nuestro país es de origen paraguayo, boliviano y peruano), o que según los datos de Migraciones entre 2004-2009, en proporción, han llegado más italianos y estadounidenses que gente del país de Juan. “Con lo de ‘inmigración descontrolada’ no se refería a Europa, hablaba de Perú, de Paraguay, de Bolivia, ni siquiera de Uruguay”, dice el charrúa entre risas y bronca, optimista –incluso– por la organización surgida de las tomas.
“Cuando una persona la pasa mal y se muere de hambre, ¿cómo puedes decir qué es un descontrol? Aunque me parece que la inmigración es un fenómeno global al que hay que buscarle soluciones. Intentar que la gente que viene no termine en talleres clandestinos, a veces manejados por sus propios compatriotas. Toda persona en esa situación tiene derecho a salir”, apunta Paco.
“Yo tengo que hablar de eso”, anuncia Ruth con voz de reto. El tema: los mil doscientos españoles de entre 25 y 35 años que emigran “para buscar en la Argentina la alternativa laboral que su país no les brinda”. La nota apareció en un diario ibérico a mediados de diciembre y fue replicada en nuestro país. “Lo que se está queriendo decir, la información que se quiere dar... es patético.” Ni Ruth ni Paco creen en esos números: “Tendrán en cuenta a los que tienen doble nacionalidad, los que vienen a hacer turismo por largo tiempo. Además, el primer destino suele ser Francia e Inglaterra”, dicen entre los dos.
Pero la bronca viene por otro lado: “Llamaron a AEBA porque querían hacer una nota de los españoles en la Argentina. Querían un español que les dijera que acá estábamos de puta madre y que se vinieran todos. Mira, yo vine hace 5 años, así que no vine por la crisis –le explicó Ruth a la periodista–. Una compañera le habló de la presión social que tenía allí, de un trabajo fijo, de una hipoteca, y tan tan tan; y pusieron todo como si aquí fuera lo más, que te dan trabajo... ¡cuando vio la publicación! A mi amiga la insultaron mal, que se había dado la vuelta, y todo ese rollo. En definitiva, quieren que nos rajemos; antes en España era con los inmigrantes, ahora ya es cualquiera”, lanza. “No vengamos con que aquí es la panacea –suma Paco–. La verdad es que un puesto estable o la calidad de vida es mejor en España que en la Argentina. Aunque el teatro es un sector aparte, y como mucho de lo que se hace allí es a través de ayuntamiento, es cierto que ha disminuido por la crisis. Había averiguado que aquí había 300 mil españoles, leo esa nota y... ¡pero la puta madre, no soy original!”, dice entre carcajadas.
A Ruth le causa gracia un término que ha comenzado a circular en la web, nacido entre aquella sensación que Manu Chao señaló sobre las ventajas de su pasaporte –y que reconocen los entrevistados del Viejo Mundo–, las facilidades del cambio monetario y cierta metamorfosis de época: “No me molestaría que me llamen ‘euraca’ –se ríe–, está bueno que nos puedan llamar mal, prefiero eso a que me digan ‘¡ay, mi amor!’ porque soy española. La connotación de sudaca, en cambio, es horrible. Yo vine aquí para vivir ‘la realidad’, no quiero que me den beneficios de nada”.
“NO HE TERMINADO CON BUENOS AIRES”
Wendy Sulca, el Delfín y la Tigresa del Oriente cantaron juntos su hit dedicado a Israel (y apoyado por la embajada de ese país) en Ciudad Konex (muy cerca de donde se hizo esta entrevista para el NO). El recital fue en ese epicentro cultural semejante a la torre babilónica por el mix de colores e idiomas de sus visitantes. Menos kitsch y con plena sinceridad en la voz, Andrea dice que por su estilo de vida es “casi más inmigrante en Europa que acá”. Como Milad, confía en las experiencias que le llenan el alma. “Cuanto más viajas, más tienes como opción quedarte en otro lugar, las fronteras caen y juegan un papel menos importante –razona el alemán–. Sé que es una perspectiva privilegiada, aquí hay personas diferentes de países diferentes. Yo tengo esa posibilidad, más por casualidad que por otra cosa.”
En ese aquí y allá, en ese ellos y nosotros, en esa nacionalidad a la que Paco en varios momentos de la charla definirá “accidental” (sus mismos padres migraron por Europa), para Marcelo implica un antes y un después: “Después de lo que pasamos en la toma, de lo que vivimos, quiero nacionalizarme. Es para pelearla por gente que acá está muerta y no lo sabe. Es tan grande la diferencia... Y no es por la necesidad que siempre está, pero la torta está tan mal recortada. Yo puedo contar lo que es la villa, pero otra cosa es vivirla. Esto –dice mirando el ambiente de unos pocos metros cuadrados– es un lujo. Allá las mujeres están solas y con pibes, las casas hechas con cuatro palos, lo primero que te tildan es de chorro y al final somos todos iguales, seres humanos. Milad y yo tenemos la misma visión, luchar por un futuro de estabilidad, si no, ¿para qué emigraste con todo lo tuyo a cuestas?”.
“Cuando anunciaron que Evo Morales iba a dar tierras si nos volvíamos –lanza Juan con seguridad–, uno se pone a pensar: ¿y para qué vine acá? Uno viene a laburar, para salir adelante, ganarse la vida bien y listo.”
Los sueños de radicarse aparecen como una opción en Milad: “Es que no terminé con Buenos Aires. Tengo que volver a Alemania por mi graduación, estoy pensando cuándo, cómo y en qué rol podría volver. Si podría comprar mi departamento. Hay que tener una conexión con la ciudad”. A Ruth, en cambio, la seduce la confianza en el presente: “No sé si me quiero quedar, si soy consciente de lo que voy viviendo. Como que voy generando cosas; ya llevo cinco años e ir a otro lugar sería empezar de cero. Y es necesario anclar. Mi deseo sería vivir en los dos lugares. Dos meses en España y el resto aquí y en otras partes; pero sé que es muy difícil”.
Uno de esos “frutos” es justamente el proyecto AEBA concebido como colectivo teatral y algo más: “Estaba desconectadísima de todo lo español, quería vivir como una argentina más; pero al cabo de tres años se te empiezan a disparar otras cosas, de hacer un tipo de bromas, de compartir un lenguaje, de recuerdos infantiles, de pasarte toda una tarde acordándote de programas de chico”. Hoy el proyecto reúne a casi una treintena de artistas como Paco (que anda con su “billete” sin confirmación de vuelta). “Buenos Aires me ha abierto una puerta que no sé muy bien a dónde me va a deparar”, dice el catalán.
VOLANDO VENGO, VOLANDO VOY
“Me gusta el concepto de tener una pasión, eso de ‘primero Racing... después existo’, pero nunca ganas en la realidad”, se ríe Milad por su afición blanquiceleste. La charla derivó para el fútbol. Y si esa elección puede sorprender, la de los dos catalanes no lo hace en absoluto. “San Lorenzo por el blaugrana”, anuncian los dos. “Es obvio –manda Ruth–, además vivo en Boedo.” Mejor no preguntar por la elección del Balón de Oro para Messi.
La única bandera que lleva consigo Andrea es la de la Fiorentina. Es un banderín mental, ya que no queda espacio en la valija por los discos. “De cada lugar en el que estoy me llevo un CD con su música, soy súper fanático de la cumbia. Aunque la cumbia villera me cabe hasta ahí. Pero más porque acá me joden con ‘ay, Andrea...’ –canturrea el tema de Pibes Chorros–, bueno, me rompe un poco.” Juan dice que en Bolivia escuchó reggaetón antes que cualquier argento. Señales de origen (y/o adopción) que calan perfecto en Ruth: “Me gusta el flamenco, la rumba, la fusión y me apasiona el tango. Canto y bailo tango, lo siento mucho más propio que cualquier amigo argentino, me hace flashear que soy de acá o en otra vida nací aquí. Lo que no me apasiona es el rock nacional, supongo que es más generacional, no me he comprado esos discos, ni leído las letras, bah, no crecí con ellas en el reproductor”.
De ese espejo portátil en el que uno y otros se miran, surgen visiones que han ido madurado por el tiempo de los tiempos. “Acá vamos a comer asado pum pam... yo creo que allá, son más fríos”, tira “El Uru”. Paco y Milad se asombraron de que en la misma calle, al hablar con transeúntes, brotan los lazos –más o menos imaginarios, más o menos reales– con el otro lado del Atlántico. Paco fascinó con la cantidad de imitadores de Joaquín Sabina (aunque todavía no conoce al gran Joaco del Garzo). “En mi caso, por decir que soy alemán ya me consideran de cierta forma”, dice Milad. A Andrea en Colombia le pedían plata constantemente al oírlo hablar, “hasta que me veían payaso, con la nariz colorada, y bueh...”. “Tenemos prejuicios de cómo es el argentino, el italiano o el belga; hay una lucha interior que tienes que hacer todo el tiempo –explica Paco–. Yo me siento bien tratado porque me he movido mucho, he puesto mucho de mí. Está en uno romper las barreras mentales, los estereotipos, hay que abrir los ojos.” Como lo hace “El Uru” cada vez que le sucede algo en particular: “¿No les pasó de dar vuelta en una esquina, y en tu película es igual al lugar de dónde viniste?”. Tal vez les suceda en la próxima ronda. Ruth ya partió; Milad y Andrea se quedan en la residencia; Paco pregunta cómo tomarse la línea E para ir a la estación La Plata; Juan y Marcelo encaran la avenida más larga del mundo donde los espera el 5 que va hasta Piedra Buena, y de ahí caminando a la villa.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-5243-2011-02-07.html
sábado, 5 de febrero de 2011
Estados Unidos: Xenofobia y discriminación, disfrazada de humor...
A un programa de la BBC se le fue la manito con mexicanos
Los llamaron “haraganes,y gordos”: se tuvieron que disculpar...
LONDRES (Télam).- La cadena de televisión británica BBC se disculpó con el embajador de México en el Reino Unido, debido a que los conductores de un programa calificaron a los mexicanos de “haraganes”, “gordos” y “flatulentos”.
La empresa reconoció que los comentarios fueron “toscos y pícaros”, aunque aclaró que no tenían una “mala intención detrás” y subrayó que pedía “perdón” si las burlas en tono irónico habían ofendido a alguien, según informó la agencia DPA.
En su emisión del domingo, los conductores de “Top Gear” hicieron bromas sobre el automóvil deportivo Mastretta, de fabricación mexicana, que reflejaría las “características de los mexicanos como “haraganes, gordos y flatulentos”.
Jeremy Clarkson, conductor del programa, agregó después que la cadena no recibiría quejas porque “en la embajada mexicana, el embajador estará sentado con un control remoto, mientras duerme roncando. No se quejarán, está todo bien”, se burló.
El copresentador de “Top Gear”, James May, señaló además que la comida mexicana parece “vomitada con queso encima”.
El embajador mexicano en el Reino Unido, Eduardo Medina-Mora Icaza, presentó una enérgica queja por la burlas que considera injustificadas incluso en un programa humorístico.
“Pese a que las bromas espontáneas son un componente esencial del programa, el humor nunca justifica la xenofobia. No es una cosa de tacto sino de principios básicos”, dijo Medina-Mora.
“Los presentadores del programa profirieron insultos indignantes, vulgares e imperdonables que revuelven sentimientos tanto contra los mexicanos y su cultura como contra su representante oficial en el Reino Unido”, agregó el embajador.
La BBC justificó las burlas recalcando que éstas son inherentes al talante del programa. Los comediantes hacen a menudo bromas sobre la “terrible” cocina británica o su poco espíritu romántico, señalaron.
Los comentarios causaron indignación en México, a tal punto que la radio pública mexicana IMER, que opera 18 estaciones, anunció el martes que “por el momento” dejará de transmitir noticias y contenidos de la BBC.
http://www.popularonline.com.ar/nota.php?Nota=583916
Los llamaron “haraganes,y gordos”: se tuvieron que disculpar...
LONDRES (Télam).- La cadena de televisión británica BBC se disculpó con el embajador de México en el Reino Unido, debido a que los conductores de un programa calificaron a los mexicanos de “haraganes”, “gordos” y “flatulentos”.
La empresa reconoció que los comentarios fueron “toscos y pícaros”, aunque aclaró que no tenían una “mala intención detrás” y subrayó que pedía “perdón” si las burlas en tono irónico habían ofendido a alguien, según informó la agencia DPA.
En su emisión del domingo, los conductores de “Top Gear” hicieron bromas sobre el automóvil deportivo Mastretta, de fabricación mexicana, que reflejaría las “características de los mexicanos como “haraganes, gordos y flatulentos”.
Jeremy Clarkson, conductor del programa, agregó después que la cadena no recibiría quejas porque “en la embajada mexicana, el embajador estará sentado con un control remoto, mientras duerme roncando. No se quejarán, está todo bien”, se burló.
El copresentador de “Top Gear”, James May, señaló además que la comida mexicana parece “vomitada con queso encima”.
El embajador mexicano en el Reino Unido, Eduardo Medina-Mora Icaza, presentó una enérgica queja por la burlas que considera injustificadas incluso en un programa humorístico.
“Pese a que las bromas espontáneas son un componente esencial del programa, el humor nunca justifica la xenofobia. No es una cosa de tacto sino de principios básicos”, dijo Medina-Mora.
“Los presentadores del programa profirieron insultos indignantes, vulgares e imperdonables que revuelven sentimientos tanto contra los mexicanos y su cultura como contra su representante oficial en el Reino Unido”, agregó el embajador.
La BBC justificó las burlas recalcando que éstas son inherentes al talante del programa. Los comediantes hacen a menudo bromas sobre la “terrible” cocina británica o su poco espíritu romántico, señalaron.
Los comentarios causaron indignación en México, a tal punto que la radio pública mexicana IMER, que opera 18 estaciones, anunció el martes que “por el momento” dejará de transmitir noticias y contenidos de la BBC.
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