domingo, 27 de diciembre de 2009
Algunas fotos de la Marcha del 10 de diciembre
Les pedimos a tod@s los que tengan fotos de ese día que las acerquen así podemos colgarlas del blog.
Saludos y Buen año!!!
lunes, 14 de diciembre de 2009
El delito de ser migrante
Peruanos en Argentina
22/10/2009 | por Luis Lagos
Los peruanos que radican en Buenos Aires, Rosario, Tucumán y otras ciudades argentinas viven expuestos al racismo, al menosprecio y a la condición de ser inmigrantes "peruchos" así sus papeles tengan el sello de legalidad ciudadana.
as recientes noticias nos anuncian nuevas muertes que se suman en la lista de los que alguna vez se atrevieron a dejar nuestro país porque nunca pensaron que iban a decir: “Tengo el orgullo de ser peruano y no soy feliz viviendo en esta porción de terreno llamada Perú”.
Dicen que gritó el gol del “Charapa” Hernán Rengifo y luego lo mataron. Que un paraguayo lo siguió y sin pausa lo acribilló con un par de balazos. Carlos Castro Llatas estaba con su hermano, pero igual lo silenciaron por la espalda y no pudo enterarse por qué el árbitro boliviano René Ortubé no cobró ese bendito penal al final del partido. Otro peruano muerto en la distancia.
Y hace horas leemos que seis compatriotas de una misma familia perecieron en un accidente de tránsito atroz. Dicen que llevaban a emergencia a la abuela de la familia Jiménez. Dos policías samaritanos ayudaron pero la desgracia rebasó su generosidad. Y la muerte nuevamente le recordó a la prensa que hace poco el Grupo Néctar, de Jhonny Orozco, falleció en situaciones muy similares. Sin cariño.
Como dicen los que se van: “No es sencillo abandonar tu país, pero no queda otra”, y lloran en el aeropuerto; y siguen llorando en tierras gauchas mientras con la mirada perdida mirando sus zapatos ilegales. Pocos saben que Carlos Castro Llatas solo dejó un cuartito alquilado donde a las justas cabían sus sueños del día. Dicen que era un seductor y que ocasionalmente le enviaba algunos mangos a su pobre madre que ya sabe lo que es perder a un hijo por segunda vez. Qué dilema.
Conozco Buenos Aires. Un francés me dijo que París era casi igual. Tan grande que te pierdes sin cruzar la avenida 9 de julio que pregonan es la más grande del mundo. Estuve en el barrio 11, la Plaza Miserere allá por los noventas y sentía a los peruanos, los respiraba. Contemplé sus pupilas desempleadas y aprendí que los porteños tienen a tres sujetos que les joden la sociedad y las buenas costumbres: los “paraguas” (paraguayos), los “bolitas” (bolivianos) y los peruanos o peruchos.
Que los “bolitas” son capaces de trabajar hasta por un peso. Que los paraguas, igual, pero que son muy violentos y a los peruanos nadie les quiere dar trabajo porque se aprovechan de tu nobleza. “Putamadre”, se lee en los labios de nuestros amigos, se huele su angustia y la palabra “trucho” (falso) brilla hasta en los zapatos de cuero, las hamburguesas o los “panchos” de los vendedores. Así olían las cosas en los tiempos de Carlos Saúl Menem.
Estamos en un nuevo siglo y las cosas no son lo mismo pero siguen igual como diría el trovador cubano Silvio Rodríguez. Recuerdo que otro amigo se fue a la ciudad bonaerense de San Nicolás, al norte de Buenos Aires. Allí conoció al doctor Sergio Condori, un médico peruano que emigró hacia Argentina en el primer periodo de Alan García. Yo también lo conocí. Era curioso ver como un puneño de color cobrizo casi apache entonaba su acento argentino.
Buena gente el doctor Condori. Tenían un auto Peugeot guinda del año. Sus colegas le decían negro “de cariño”. Su esposa una enfermera de ojos azules y cuatro trigueños de ojos azules como hijos. Linda su familia. Mi amigo me comentó que la esposa se encargó de abrirle los ojos y decirle que en su trabajo todas sus colegas hasta ahora le preguntan ¿Por qué te has casado con el negro? Y ella harta de decirles: “Porque lo amo”. Y así soportaba la discriminación y después comentaba que aquí los blancos no soportan a los morochos (blancos con pelo negro) y mucho menos a los negros (trigueños) -y negros como los conocemos nosotros ya sería un ofensa, un insulto a la especie allá en la patria de Cristina Kirchner.
Repito, no es fácil defender tu peruanidad en Argentina. Algunos hasta se olvidan que el Perú existe. Vienen transformados diciendo que ganan muy bien. Que allá te valoran como trabajador. Que trabajan por horas. Que comes carne, huevos, queso y tomas vino a cada rato.
Cuando vuelven a su realidad de inmigrantes, nunca dicen que viven en un cuarto de un metro cuadrado por el cual pagan la mitad de su sueldo. Tampoco hablan que algunos son “ambulantes” y venden maní en las calles y tienen que estar corriendo de la policía porque allá no se puede vender en las aceras. Qué te van a decir que viven en las Villas Miseria donde el gobierno tiene que pagar agua, luz y hasta teléfono, no pues, cómo enfatizar que fuimos a Argentina para perder.
El falso orgullo, el temor a decir que allá han ido para fracasar se borra cuando por lo menos puedes comer un buena parrillada (asado le dicen los ches) aunque sea de tercera clase. Carne es carne, mastican, mientras peruanos desinforman a otros peruanos que no entienden que pasa con el mentado desarrollo ahora que hemos vencido a la pobreza en unos dígitos según cifras oficiales.
Hay un elemento que refuerza este reportaje. Para los argentinos nosotros somos ciudadanos de tercera clase. Ellos están más cerca de Italia, Francia y nunca se dicen tercermundistas: ¡Andá a lavar, che! Cuando un peruano les gana puede incomodar pero les hiere que les gane un brasilero, un uruguayo, un chileno y hasta un colombiano.
El resto es silencio, indiferencia. Total, es como si un pigmeo te mete un puñete en la rodilla. El orgullo porteño (los nacidos en la Capital Federal, Buenos Aires. El bonaerense es sinónimo de provinciano) rebasa el concepto de autoestima, por eso, ellos tiran las medallas de plata porque no han nacido para perder.
Así en estas circunstancias y en condiciones laborales muy complejas los peruanos sobreviven aislados con el acento nacional perdido para siempre. Tampoco es para lamentarse, pero desafortunadamente la mayoría de los que salen rumbo al país del tango se comportan de la misma forma que lo puede hacer un angustiado vendedor informal del Complejo Comercial de Gamarra.
Creyendo que las leyes argentinas son iguales a las peruanas. Con el sambenito de que aquí yo también puedo hacer lo que me venga en gana. No me desperuanizo pero puedo dar fe que ante ataques desmedidos a tu sociedad lo menor que uno puede esperar es la discriminación.
Sentir que un grupo de compatriotas no han canalizado el concepto de peruanidad en sus venas. Aquellos que están más cerca de la barbarie que de la república. Los que se mean en imperio de la ley. Los que arrojan desperdicios a la razón a la comodidad.
Cuando estuve allá tuve que decir con furia que nuestras Líneas de Nazca no estaba construidas por los extraterrestres. Que no todos los peruanos orinan en la calle y que hay una gran mayoría que sabe valorarse como persona y ciudadano: “Peruano raro”, murmuraban.
Y allí me acordaba del anestesiólogo Sergio Condori, feliz de haber estudiado medicina en la Universidad de Rosario y los otros médicos nacionales que trabajan en los hospitales y clínicas del norte de Argentina: “Son buenos médicos los peruanos”. Y los argentinos justicialistas me enseñaban que en política el peronismo se nutrió de las bases del aprismo de Victor Raúl Haya de la Torre, y otros hasta se reían porque Juan Domingo Perón y el fundador de APRA se parecen muchísimo según las fotos.
Es duro vivir en otro país, sin embargo, es mucho más doloroso comprobar que la modernidad y la educación aún no se insertan en la mentalidad de muchos que nacieron para ser inferiores aquí, en Argentina y hasta en la misma China. Sin duda, un tema más para nuestra incipiente y peculiar democracia.
http://www.generaccion.com/magazine/articulos/?id=837
22/10/2009 | por Luis Lagos
Los peruanos que radican en Buenos Aires, Rosario, Tucumán y otras ciudades argentinas viven expuestos al racismo, al menosprecio y a la condición de ser inmigrantes "peruchos" así sus papeles tengan el sello de legalidad ciudadana.
as recientes noticias nos anuncian nuevas muertes que se suman en la lista de los que alguna vez se atrevieron a dejar nuestro país porque nunca pensaron que iban a decir: “Tengo el orgullo de ser peruano y no soy feliz viviendo en esta porción de terreno llamada Perú”.
Dicen que gritó el gol del “Charapa” Hernán Rengifo y luego lo mataron. Que un paraguayo lo siguió y sin pausa lo acribilló con un par de balazos. Carlos Castro Llatas estaba con su hermano, pero igual lo silenciaron por la espalda y no pudo enterarse por qué el árbitro boliviano René Ortubé no cobró ese bendito penal al final del partido. Otro peruano muerto en la distancia.
Y hace horas leemos que seis compatriotas de una misma familia perecieron en un accidente de tránsito atroz. Dicen que llevaban a emergencia a la abuela de la familia Jiménez. Dos policías samaritanos ayudaron pero la desgracia rebasó su generosidad. Y la muerte nuevamente le recordó a la prensa que hace poco el Grupo Néctar, de Jhonny Orozco, falleció en situaciones muy similares. Sin cariño.
Como dicen los que se van: “No es sencillo abandonar tu país, pero no queda otra”, y lloran en el aeropuerto; y siguen llorando en tierras gauchas mientras con la mirada perdida mirando sus zapatos ilegales. Pocos saben que Carlos Castro Llatas solo dejó un cuartito alquilado donde a las justas cabían sus sueños del día. Dicen que era un seductor y que ocasionalmente le enviaba algunos mangos a su pobre madre que ya sabe lo que es perder a un hijo por segunda vez. Qué dilema.
Conozco Buenos Aires. Un francés me dijo que París era casi igual. Tan grande que te pierdes sin cruzar la avenida 9 de julio que pregonan es la más grande del mundo. Estuve en el barrio 11, la Plaza Miserere allá por los noventas y sentía a los peruanos, los respiraba. Contemplé sus pupilas desempleadas y aprendí que los porteños tienen a tres sujetos que les joden la sociedad y las buenas costumbres: los “paraguas” (paraguayos), los “bolitas” (bolivianos) y los peruanos o peruchos.
Que los “bolitas” son capaces de trabajar hasta por un peso. Que los paraguas, igual, pero que son muy violentos y a los peruanos nadie les quiere dar trabajo porque se aprovechan de tu nobleza. “Putamadre”, se lee en los labios de nuestros amigos, se huele su angustia y la palabra “trucho” (falso) brilla hasta en los zapatos de cuero, las hamburguesas o los “panchos” de los vendedores. Así olían las cosas en los tiempos de Carlos Saúl Menem.
Estamos en un nuevo siglo y las cosas no son lo mismo pero siguen igual como diría el trovador cubano Silvio Rodríguez. Recuerdo que otro amigo se fue a la ciudad bonaerense de San Nicolás, al norte de Buenos Aires. Allí conoció al doctor Sergio Condori, un médico peruano que emigró hacia Argentina en el primer periodo de Alan García. Yo también lo conocí. Era curioso ver como un puneño de color cobrizo casi apache entonaba su acento argentino.
Buena gente el doctor Condori. Tenían un auto Peugeot guinda del año. Sus colegas le decían negro “de cariño”. Su esposa una enfermera de ojos azules y cuatro trigueños de ojos azules como hijos. Linda su familia. Mi amigo me comentó que la esposa se encargó de abrirle los ojos y decirle que en su trabajo todas sus colegas hasta ahora le preguntan ¿Por qué te has casado con el negro? Y ella harta de decirles: “Porque lo amo”. Y así soportaba la discriminación y después comentaba que aquí los blancos no soportan a los morochos (blancos con pelo negro) y mucho menos a los negros (trigueños) -y negros como los conocemos nosotros ya sería un ofensa, un insulto a la especie allá en la patria de Cristina Kirchner.
Repito, no es fácil defender tu peruanidad en Argentina. Algunos hasta se olvidan que el Perú existe. Vienen transformados diciendo que ganan muy bien. Que allá te valoran como trabajador. Que trabajan por horas. Que comes carne, huevos, queso y tomas vino a cada rato.
Cuando vuelven a su realidad de inmigrantes, nunca dicen que viven en un cuarto de un metro cuadrado por el cual pagan la mitad de su sueldo. Tampoco hablan que algunos son “ambulantes” y venden maní en las calles y tienen que estar corriendo de la policía porque allá no se puede vender en las aceras. Qué te van a decir que viven en las Villas Miseria donde el gobierno tiene que pagar agua, luz y hasta teléfono, no pues, cómo enfatizar que fuimos a Argentina para perder.
El falso orgullo, el temor a decir que allá han ido para fracasar se borra cuando por lo menos puedes comer un buena parrillada (asado le dicen los ches) aunque sea de tercera clase. Carne es carne, mastican, mientras peruanos desinforman a otros peruanos que no entienden que pasa con el mentado desarrollo ahora que hemos vencido a la pobreza en unos dígitos según cifras oficiales.
Hay un elemento que refuerza este reportaje. Para los argentinos nosotros somos ciudadanos de tercera clase. Ellos están más cerca de Italia, Francia y nunca se dicen tercermundistas: ¡Andá a lavar, che! Cuando un peruano les gana puede incomodar pero les hiere que les gane un brasilero, un uruguayo, un chileno y hasta un colombiano.
El resto es silencio, indiferencia. Total, es como si un pigmeo te mete un puñete en la rodilla. El orgullo porteño (los nacidos en la Capital Federal, Buenos Aires. El bonaerense es sinónimo de provinciano) rebasa el concepto de autoestima, por eso, ellos tiran las medallas de plata porque no han nacido para perder.
Así en estas circunstancias y en condiciones laborales muy complejas los peruanos sobreviven aislados con el acento nacional perdido para siempre. Tampoco es para lamentarse, pero desafortunadamente la mayoría de los que salen rumbo al país del tango se comportan de la misma forma que lo puede hacer un angustiado vendedor informal del Complejo Comercial de Gamarra.
Creyendo que las leyes argentinas son iguales a las peruanas. Con el sambenito de que aquí yo también puedo hacer lo que me venga en gana. No me desperuanizo pero puedo dar fe que ante ataques desmedidos a tu sociedad lo menor que uno puede esperar es la discriminación.
Sentir que un grupo de compatriotas no han canalizado el concepto de peruanidad en sus venas. Aquellos que están más cerca de la barbarie que de la república. Los que se mean en imperio de la ley. Los que arrojan desperdicios a la razón a la comodidad.
Cuando estuve allá tuve que decir con furia que nuestras Líneas de Nazca no estaba construidas por los extraterrestres. Que no todos los peruanos orinan en la calle y que hay una gran mayoría que sabe valorarse como persona y ciudadano: “Peruano raro”, murmuraban.
Y allí me acordaba del anestesiólogo Sergio Condori, feliz de haber estudiado medicina en la Universidad de Rosario y los otros médicos nacionales que trabajan en los hospitales y clínicas del norte de Argentina: “Son buenos médicos los peruanos”. Y los argentinos justicialistas me enseñaban que en política el peronismo se nutrió de las bases del aprismo de Victor Raúl Haya de la Torre, y otros hasta se reían porque Juan Domingo Perón y el fundador de APRA se parecen muchísimo según las fotos.
Es duro vivir en otro país, sin embargo, es mucho más doloroso comprobar que la modernidad y la educación aún no se insertan en la mentalidad de muchos que nacieron para ser inferiores aquí, en Argentina y hasta en la misma China. Sin duda, un tema más para nuestra incipiente y peculiar democracia.
http://www.generaccion.com/magazine/articulos/?id=837
jueves, 10 de diciembre de 2009
Un blog recomendable!!!
Trabajadoras Domésticas del MERCOSUR – Mujeres con derechos
En este blog, recomendación de Areli (Gracias Areli), hay jurisprudencia, información, publicaciones, notas de prensa sobre la situación de las trabajadoras y trabajadores domésticos del MERCOSUR. Muy recomendable para saber qué sucede en otros países, y que los pedidos sean en conjunto, sin perder de vista el contexto socio cultural. Solo así se lograrán mejores resultados.
http://trabajadorasdomesticasdelmercosur.blogspot.com/
En este blog, recomendación de Areli (Gracias Areli), hay jurisprudencia, información, publicaciones, notas de prensa sobre la situación de las trabajadoras y trabajadores domésticos del MERCOSUR. Muy recomendable para saber qué sucede en otros países, y que los pedidos sean en conjunto, sin perder de vista el contexto socio cultural. Solo así se lograrán mejores resultados.
http://trabajadorasdomesticasdelmercosur.blogspot.com/
Basta de la violencia hacia las mujeres
Soy Nosotras
Sujeta a la escoba, barre, limpia, aprende la disciplina del barrido, la tierra vuela, se desplaza, invade, ¿qué pasaría si dejáramos la servidumbre de la belleza y el agrado?, las buenas costumbres nos tornan dóciles… el lamento en solitario es injusticia, hay que registrar el tiempo perdido, las palabras del daño, esas que hicieron de tu cara el mapa de su victoria fálica, tu guión en la escena de la obediencia…
Vos pensás que estoy hablando de otro tiempo, que eso no pasa, ¿han doblegado tu pasión arisca, acaso? Así es más fácil, quieren sólo una parte tuya, ¿el agujero?, porque a veces en eso nos convierten, ¿todavía no sentís el dolor? las miradas desgarran las ropas y hacen de la violación un espectáculo público repleto de cómplices. No es nuestra tarea soportarlo. Sujeta la escoba, agita tu arma, otras volaron y fueron quemadas, hoy el fuego se enciende en el plan, la beca, la cámara, la cárcel, el dinero, ¿por qué nuestros cuerpos deben humear en la pira de la pobreza?
Hay que detener las agresiones, otros no tienen derecho ni propiedad sobre tu cuerpo, debemos dejar la esclavitud de la espera de que algún día cambiarán las cosas, hoy hay que cambiarlas, hoy es día de revelaciones y de revoluciones, de rebeldías multiplicadas, sólo la rabia nos salva, - y también la ternura… -, así aprendimos a sobrevivir.
Nuestras palabras son la amenaza de que las cosas pueden cambiar.
Hincá tus dientes en la carne del patriarca, para reconocer su sangre y dar alarma a las demás, infundí fuerza, hagamos del dolor nuestra rebeldía.
El 25 de noviembre, se conmemora el día internacional por la no violencia hacia las mujeres, día de denuncia del maltrato físico y psicológico, también día de visibilización de las resistencias.
Si la violencia circula, nuestra resistencia también…
Porque yo soy...
María Soledad, violada y asesinada en Catamarca... Teresa Rodríguez, muerta cuando reprimían un piquete, allá en el sur... Sandra Cabrera, asesinada en Rosario, Liliana Tallarico, asesinada en La Plata, Soy las mujeres de Juarez… Soy todas las asesinadas por odio…
Y también soy Romina Tejerina, presa y recluida en Jujuy... y Claudia Sosa de Mendoza y Etelvina y Patricia, y la Galle, presas...
He sido violada por Hoyos en Salta. Soy Eli Díaz, violada por Benavidez en Córdoba. Soy Leyla y Patricia violadas y asesinadas en Santiago del Estero, Soy... las mujeres asesinadas en Mar del Plata, la trabajadora violada en el ANSES, las niñas violadas en el Congreso...
Soy María, me violó mi papá.
Soy Marita, Vanesa, Lidia, Fernanda, Andrea y tantas secuestradas para el tráfico sexual en La Rioja, Tucumán, Córdoba, Corrientes, Río Gallegos, La Pampa...
Soy Carolina, a mi madre la desapareció la dictadura militar.
Soy las abusadas por los curas y el poder.
Soy Paulina, mi crímen sigue impune, soy tucumana.
Soy las originarias desterradas de sus casas, soy las wchis desnutridas, soy la beba que no llegó al hospital
Soy la niña de once años violada y embarazada, no se qué hacer, no hay ley que nos ampare.
Soy... una africana sin clítoris, una musulmana que pueden lapidar, una colombiana desplazada, expuesta a la violencia paramilitar.
Soy nica, soy feminista, el gobierno me persigue…
Soy uruguaya, repudio la dictocracia que me criminaliza si decido sobre mi cuerpo. Soy una haitiana violada por un soldado de la minustah.
Soy una mujer estéril por un aborto mal practicado, soy aquella que murió tras un aborto clandestino,
Soy Ana María Acevedo, quería abortar para curar mi cáncer, me dejaron morir en un hospital de Santa Fe.
Yo soy la castigada, la invisible, soy la maltratada. ¿Quién ha cavado estos agujeros? ¿Quién ha roto mi mirada? ¿Quién ha desoído mi respiración de espanto? ¿Quién ha cortado, golpe a golpe, los pedazos que me arman? Me repliego, muda, las palabras vuelan lejos, no las sujeto como si me esquivasen desde el principio de los siglos, palabras vacías que se deletrean sonido a sonido perdiendo su significado. Como toda criatura marginada, expoliada, espiada y exiliada, me quedo sin lenguaje.
Entonces recuerdo que existe el grito.
Que puedo gritar: Soy MUJER, TRAVESTI, TRANSGENERO, TRANSEXUAL, LESBIANA, INTERSEX, BOLIVIANA, NEGRA, MUSULMANA, INDIA, INMIGRANTE, POBRE, OPRIMIDA...
Soy la que está harta, la que se rebela, la que se organiza, la que quiere cambiar las relaciones sociales, la que quiere desterrar la injusticia, la que lucha contra el patriarcado.
Dicen que dicen las Mayas “ill da quesh”, soy otra tú.
Eso, soy otra vos, y otra voz, y soy miles de voces que, tomándole un verso a Neruda gritan, gritamos: sube a nacer conmigo, hermana!!!
Porque siempre, siempre, se puede volver a nacer.
(podemos seguir agregando “soy…”
les pido que sumen a quienes consideren)
(podemos seguir agregando “soy…”les pido que sumen a quienes consideren) Enredadera de textos: fugitivas del desierto, publicación indymedia, marcela lagarde, liliana daunes
Sujeta a la escoba, barre, limpia, aprende la disciplina del barrido, la tierra vuela, se desplaza, invade, ¿qué pasaría si dejáramos la servidumbre de la belleza y el agrado?, las buenas costumbres nos tornan dóciles… el lamento en solitario es injusticia, hay que registrar el tiempo perdido, las palabras del daño, esas que hicieron de tu cara el mapa de su victoria fálica, tu guión en la escena de la obediencia…
Vos pensás que estoy hablando de otro tiempo, que eso no pasa, ¿han doblegado tu pasión arisca, acaso? Así es más fácil, quieren sólo una parte tuya, ¿el agujero?, porque a veces en eso nos convierten, ¿todavía no sentís el dolor? las miradas desgarran las ropas y hacen de la violación un espectáculo público repleto de cómplices. No es nuestra tarea soportarlo. Sujeta la escoba, agita tu arma, otras volaron y fueron quemadas, hoy el fuego se enciende en el plan, la beca, la cámara, la cárcel, el dinero, ¿por qué nuestros cuerpos deben humear en la pira de la pobreza?
Hay que detener las agresiones, otros no tienen derecho ni propiedad sobre tu cuerpo, debemos dejar la esclavitud de la espera de que algún día cambiarán las cosas, hoy hay que cambiarlas, hoy es día de revelaciones y de revoluciones, de rebeldías multiplicadas, sólo la rabia nos salva, - y también la ternura… -, así aprendimos a sobrevivir.
Nuestras palabras son la amenaza de que las cosas pueden cambiar.
Hincá tus dientes en la carne del patriarca, para reconocer su sangre y dar alarma a las demás, infundí fuerza, hagamos del dolor nuestra rebeldía.
El 25 de noviembre, se conmemora el día internacional por la no violencia hacia las mujeres, día de denuncia del maltrato físico y psicológico, también día de visibilización de las resistencias.
Si la violencia circula, nuestra resistencia también…
Porque yo soy...
María Soledad, violada y asesinada en Catamarca... Teresa Rodríguez, muerta cuando reprimían un piquete, allá en el sur... Sandra Cabrera, asesinada en Rosario, Liliana Tallarico, asesinada en La Plata, Soy las mujeres de Juarez… Soy todas las asesinadas por odio…
Y también soy Romina Tejerina, presa y recluida en Jujuy... y Claudia Sosa de Mendoza y Etelvina y Patricia, y la Galle, presas...
He sido violada por Hoyos en Salta. Soy Eli Díaz, violada por Benavidez en Córdoba. Soy Leyla y Patricia violadas y asesinadas en Santiago del Estero, Soy... las mujeres asesinadas en Mar del Plata, la trabajadora violada en el ANSES, las niñas violadas en el Congreso...
Soy María, me violó mi papá.
Soy Marita, Vanesa, Lidia, Fernanda, Andrea y tantas secuestradas para el tráfico sexual en La Rioja, Tucumán, Córdoba, Corrientes, Río Gallegos, La Pampa...
Soy Carolina, a mi madre la desapareció la dictadura militar.
Soy las abusadas por los curas y el poder.
Soy Paulina, mi crímen sigue impune, soy tucumana.
Soy las originarias desterradas de sus casas, soy las wchis desnutridas, soy la beba que no llegó al hospital
Soy la niña de once años violada y embarazada, no se qué hacer, no hay ley que nos ampare.
Soy... una africana sin clítoris, una musulmana que pueden lapidar, una colombiana desplazada, expuesta a la violencia paramilitar.
Soy nica, soy feminista, el gobierno me persigue…
Soy uruguaya, repudio la dictocracia que me criminaliza si decido sobre mi cuerpo. Soy una haitiana violada por un soldado de la minustah.
Soy una mujer estéril por un aborto mal practicado, soy aquella que murió tras un aborto clandestino,
Soy Ana María Acevedo, quería abortar para curar mi cáncer, me dejaron morir en un hospital de Santa Fe.
Yo soy la castigada, la invisible, soy la maltratada. ¿Quién ha cavado estos agujeros? ¿Quién ha roto mi mirada? ¿Quién ha desoído mi respiración de espanto? ¿Quién ha cortado, golpe a golpe, los pedazos que me arman? Me repliego, muda, las palabras vuelan lejos, no las sujeto como si me esquivasen desde el principio de los siglos, palabras vacías que se deletrean sonido a sonido perdiendo su significado. Como toda criatura marginada, expoliada, espiada y exiliada, me quedo sin lenguaje.
Entonces recuerdo que existe el grito.
Que puedo gritar: Soy MUJER, TRAVESTI, TRANSGENERO, TRANSEXUAL, LESBIANA, INTERSEX, BOLIVIANA, NEGRA, MUSULMANA, INDIA, INMIGRANTE, POBRE, OPRIMIDA...
Soy la que está harta, la que se rebela, la que se organiza, la que quiere cambiar las relaciones sociales, la que quiere desterrar la injusticia, la que lucha contra el patriarcado.
Dicen que dicen las Mayas “ill da quesh”, soy otra tú.
Eso, soy otra vos, y otra voz, y soy miles de voces que, tomándole un verso a Neruda gritan, gritamos: sube a nacer conmigo, hermana!!!
Porque siempre, siempre, se puede volver a nacer.
(podemos seguir agregando “soy…”
les pido que sumen a quienes consideren)
(podemos seguir agregando “soy…”les pido que sumen a quienes consideren) Enredadera de textos: fugitivas del desierto, publicación indymedia, marcela lagarde, liliana daunes
“INSTRUCTIVO DE TRÁMITES MERCOSUR”
A pesar de lo mucho que queda por hacer, un logro - "Instructivo de trámites MERCOSUR" - que merece ser festejado, pero sobre todo conocido por todos y todas las migrantes...
La Dirección Nacional de Migraciones señaló (abajo el documento original, solo que lo transcribimos aquí para que tenga una mejor lectura) que por medio de "las actuaciones mencionadas, se apruebe el "INSTRUCTIVO DE TRÁMITES MERCOSUR", que establece los parámetros a los que deberán ajustarse los prcedimientos de trámites iniciados por ciudadanos nativos de Estados Parte y asociados al MERCOSUR en nuestro país.
Que el mencionado instrumento constituye una herramienta esencial para la correcta aplicación de la normativa migratoria por parte de las autoridades encargadas de regularizar la situación migratoria de los mencionados extranjeros de todo el país.
Que resulta imprescindible generar mecanismos de control sobre el accionar de los agentes de la Dirección Nacional de Migraciones, con el ánimo de garantizar a los extranjeros los derechos que la Constitución Nacional y la Ley 25.871 les han otorgado.
Que la DIRECCIÓN GENERAL TÉCNICA-JURÍDICA de la DIRECCIÓN NACIONAL DE MIGRACIONES ha tomado la debida intervención que le compete mediante su Dictamen Nº5010.
Que la presente medida se dicta en concordancia con las previsiones de la Ley Nº25.871, y en el uso de las facultades conferidas por el Decreto 180 del 28 de diciembre de 2007.
Por ello, la DIRECCIÓN NACIONAL DE MIGRACIONES dispone:
Artículo 1º: Apruébese el “INSTRUCTIVO DE TRÁMITES MERCOSUR”, al que deberán ajustarse la totalidad de trámites iniciados por ciudadanos nativos y naturalizados de los Estados parte y asociados al MERCOSUR, y que obra en el presente como ANEXO I.
Artículo 2º: Regístrese. Por la Dirección General de Inmigración comuníquese e instrúyase a todas las áreas que le dependen. Por la DIRECCIÓN NACIONAL DE DELEGACIONES comuníquese e instrúyase a las distintas delegaciones y oficinas migratorias de esta DIRECCIÓN NACIONAL. Dese a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL para su publicación. …
La Dirección Nacional de Migraciones señaló (abajo el documento original, solo que lo transcribimos aquí para que tenga una mejor lectura) que por medio de "las actuaciones mencionadas, se apruebe el "INSTRUCTIVO DE TRÁMITES MERCOSUR", que establece los parámetros a los que deberán ajustarse los prcedimientos de trámites iniciados por ciudadanos nativos de Estados Parte y asociados al MERCOSUR en nuestro país.
Que el mencionado instrumento constituye una herramienta esencial para la correcta aplicación de la normativa migratoria por parte de las autoridades encargadas de regularizar la situación migratoria de los mencionados extranjeros de todo el país.
Que resulta imprescindible generar mecanismos de control sobre el accionar de los agentes de la Dirección Nacional de Migraciones, con el ánimo de garantizar a los extranjeros los derechos que la Constitución Nacional y la Ley 25.871 les han otorgado.
Que la DIRECCIÓN GENERAL TÉCNICA-JURÍDICA de la DIRECCIÓN NACIONAL DE MIGRACIONES ha tomado la debida intervención que le compete mediante su Dictamen Nº5010.
Que la presente medida se dicta en concordancia con las previsiones de la Ley Nº25.871, y en el uso de las facultades conferidas por el Decreto 180 del 28 de diciembre de 2007.
Por ello, la DIRECCIÓN NACIONAL DE MIGRACIONES dispone:
Artículo 1º: Apruébese el “INSTRUCTIVO DE TRÁMITES MERCOSUR”, al que deberán ajustarse la totalidad de trámites iniciados por ciudadanos nativos y naturalizados de los Estados parte y asociados al MERCOSUR, y que obra en el presente como ANEXO I.
Artículo 2º: Regístrese. Por la Dirección General de Inmigración comuníquese e instrúyase a todas las áreas que le dependen. Por la DIRECCIÓN NACIONAL DE DELEGACIONES comuníquese e instrúyase a las distintas delegaciones y oficinas migratorias de esta DIRECCIÓN NACIONAL. Dese a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL para su publicación. …
martes, 8 de diciembre de 2009
Algunas fotos de las actividades en Barrio Pampa
Estas son algunas de las fotos, de las cientos, que vamos sacando en cada encuentro, en cada actividad; esperamos seguir sumando, y esperamos que cada uno de nosotros nos veamos, nos encontremos reflejados en estos trabajos.
GRACIAS A TODOS Y TODAS LOS QUE HACEN POSIBLE QUE ESTE TIPO DE ACTIVIDADES PUEDAN SEGUIR DESARROLLANDOSE.
QUIENES TENGAN FOTOS PARA COMPARTIR, INVITAMOS A QUE LAS PASEN PARA PODER SUBIRLAS AL BLOG.
GRACIAS!!!!!
Celulares para cruzar la frontera
Investigadores de la Universidad de California en San Diego crearon una aplicación para teléfonos móviles que ayuda a los inmigrantes a atravesar el desierto entre México y Estados Unidos
Marcia Facundo
BBC Mundo
LOS ÁNGELES.- Con un teléfono móvil en la mano, los inmigrantes al cruzar el desierto estadounidense pueden encontrar agua, o ropa y frazadas que son dejadas en puntos estratégicos por organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes.
La "herramienta transfronteriza para inmigrantes" , como es llamada por sus creadores, es similar al popular GPS (siglas en inglés del Sistema de Posicionamiento Global).
"Muchos sistemas de posición son para ser utilizados en zonas urbanas", dijo Ricardo Domínguez , director del equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés) que desarrolla el innovador proyecto .
La aplicación está siendo probada en la zona norte de la frontera entre México y Estados Unidos y sus creadores esperan poder empezar a utilizar los teléfonos móviles en abril de 2010.
Salvar vidas
"Hemos podido hackear el sistema de situación para crear un nuevo sistema de navegación, que ofrezca información sobre dónde hay agua, por dónde caminar sin perder la vida", agregó el profesor universitario.
Pero lejos de ser un equipo de técnicos expertos en mecanismos electrónicos, los investigadores que trabajan en un laboratorio de la universidad en San Diego está integrado por artistas de diversas disciplinas de la plástica.
Es por eso que la herramienta inmigrante translinea trae además una serie de poemas que dan la bienvenida y desean al usuario un viaje saludable y seguro. "No hay diferencias entre el arte y el activismo", expresó Domínguez, quien definió la aplicación como "un sistema poético que puede salvar vidas".
Arte y tecnología
"Todos nosotros hemos estado trabajando en esta trayectoria integrando la tecnología al arte", indicó por su parte Micha Cárdenas, investigadora que colabora en el proyecto junto a Domínguez, Brett Stalbaum, la poeta Amy Sara Carroll y Jason Najarro.
Cárdenas agregó que el objetivo del sistema de navegación para inmigrantes es "un pequeño gesto que podría ayudar a apenas una persona, que salvaría la vida de una persona. Eso sería un gran logro".
El papel realizado por Cárdenas en el proyecto ha sido fundamentalmente el de trabajar junto a la organización de San Diego denominada Ángeles de la Frontera , que coloca botellas de agua en puntos estratégicos del trayecto por donde cruzan los inmigrantes en la frontera entre México y Estados Unidos.
La herramienta dirigirá a los inmigrantes a esos puntos, donde Ángeles de la Frontera dejan el agua en el verano y en el invierno colocan abrigos y frazadas para que los caminantes puedan combatir el crudo frío del desierto estadounidense.
El camino del diablo
Según la organización, decenas de miles de personas han muerto cruzando la frontera por la ruta que ha sido llamada "el camino del diablo". Enrique Morones, líder de los Ángeles de la Frontera, afirmó que "lo que esta haciendo Ricardo y su equipo es salvar vidas".
Tras confirmar que los investigadores del equipo de UCSD han viajado junto a voluntarios a los lugares donde colocan ayuda, Morones declaró que "nadie cruza la frontera para buscar agua sino trabajo y para reunirse con su familia".
Pero la audacia del equipo de investigadores de UCSD ya ha causado polémica, sobre todo entre grupos que se oponen a una reforma migratoria en Estados Unidos.
Críticas y premios
El grupo de estadounidenses voluntarios Minutemen expresó su temor de que el sistema sea utilizado por los carteles mexicanos del narcotráfico que operan en la frontera.
Jeff Schwilk, que dirige los Minutemen de San Diego llegó incluso a sugerir que Domínguez podría ser incriminado en caso de que el sistema de navegación sea aprovechado para el tráfico de narcóticos o humano. Por su parte, la Coalición de California para la Reforma Migratoria también criticó la iniciativa.
Pero Domínguez asegura que "nuestra intención no es de resolver la política de miedo que existe sobre los inmigrantes. Lo que no queremos es que gente se muera, que se protejan los derechos humanos para que el cruce de la frontera sea un paso seguro, ese es el enfoque".
Además, el investigador de UCSD explicó que la distribución de los teléfonos celulares se hará conjuntamente con las agrupaciones que trabajan con los inmigrantes, las organizaciones no gubernamentales e iglesias comunitarias.
Y a pesar de las críticas, el proyecto que dirige el profesor Domínguez ya recibió varios reconocimientos e incluso fue incluso premiado en 2007 por la embajada de Estados Unidos en México.
BBC Mundo
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1209003&pid=7838885&toi=6265
Marcia Facundo
BBC Mundo
LOS ÁNGELES.- Con un teléfono móvil en la mano, los inmigrantes al cruzar el desierto estadounidense pueden encontrar agua, o ropa y frazadas que son dejadas en puntos estratégicos por organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes.
La "herramienta transfronteriza para inmigrantes" , como es llamada por sus creadores, es similar al popular GPS (siglas en inglés del Sistema de Posicionamiento Global).
"Muchos sistemas de posición son para ser utilizados en zonas urbanas", dijo Ricardo Domínguez , director del equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés) que desarrolla el innovador proyecto .
La aplicación está siendo probada en la zona norte de la frontera entre México y Estados Unidos y sus creadores esperan poder empezar a utilizar los teléfonos móviles en abril de 2010.
Salvar vidas
"Hemos podido hackear el sistema de situación para crear un nuevo sistema de navegación, que ofrezca información sobre dónde hay agua, por dónde caminar sin perder la vida", agregó el profesor universitario.
Pero lejos de ser un equipo de técnicos expertos en mecanismos electrónicos, los investigadores que trabajan en un laboratorio de la universidad en San Diego está integrado por artistas de diversas disciplinas de la plástica.
Es por eso que la herramienta inmigrante translinea trae además una serie de poemas que dan la bienvenida y desean al usuario un viaje saludable y seguro. "No hay diferencias entre el arte y el activismo", expresó Domínguez, quien definió la aplicación como "un sistema poético que puede salvar vidas".
Arte y tecnología
"Todos nosotros hemos estado trabajando en esta trayectoria integrando la tecnología al arte", indicó por su parte Micha Cárdenas, investigadora que colabora en el proyecto junto a Domínguez, Brett Stalbaum, la poeta Amy Sara Carroll y Jason Najarro.
Cárdenas agregó que el objetivo del sistema de navegación para inmigrantes es "un pequeño gesto que podría ayudar a apenas una persona, que salvaría la vida de una persona. Eso sería un gran logro".
El papel realizado por Cárdenas en el proyecto ha sido fundamentalmente el de trabajar junto a la organización de San Diego denominada Ángeles de la Frontera , que coloca botellas de agua en puntos estratégicos del trayecto por donde cruzan los inmigrantes en la frontera entre México y Estados Unidos.
La herramienta dirigirá a los inmigrantes a esos puntos, donde Ángeles de la Frontera dejan el agua en el verano y en el invierno colocan abrigos y frazadas para que los caminantes puedan combatir el crudo frío del desierto estadounidense.
El camino del diablo
Según la organización, decenas de miles de personas han muerto cruzando la frontera por la ruta que ha sido llamada "el camino del diablo". Enrique Morones, líder de los Ángeles de la Frontera, afirmó que "lo que esta haciendo Ricardo y su equipo es salvar vidas".
Tras confirmar que los investigadores del equipo de UCSD han viajado junto a voluntarios a los lugares donde colocan ayuda, Morones declaró que "nadie cruza la frontera para buscar agua sino trabajo y para reunirse con su familia".
Pero la audacia del equipo de investigadores de UCSD ya ha causado polémica, sobre todo entre grupos que se oponen a una reforma migratoria en Estados Unidos.
Críticas y premios
El grupo de estadounidenses voluntarios Minutemen expresó su temor de que el sistema sea utilizado por los carteles mexicanos del narcotráfico que operan en la frontera.
Jeff Schwilk, que dirige los Minutemen de San Diego llegó incluso a sugerir que Domínguez podría ser incriminado en caso de que el sistema de navegación sea aprovechado para el tráfico de narcóticos o humano. Por su parte, la Coalición de California para la Reforma Migratoria también criticó la iniciativa.
Pero Domínguez asegura que "nuestra intención no es de resolver la política de miedo que existe sobre los inmigrantes. Lo que no queremos es que gente se muera, que se protejan los derechos humanos para que el cruce de la frontera sea un paso seguro, ese es el enfoque".
Además, el investigador de UCSD explicó que la distribución de los teléfonos celulares se hará conjuntamente con las agrupaciones que trabajan con los inmigrantes, las organizaciones no gubernamentales e iglesias comunitarias.
Y a pesar de las críticas, el proyecto que dirige el profesor Domínguez ya recibió varios reconocimientos e incluso fue incluso premiado en 2007 por la embajada de Estados Unidos en México.
BBC Mundo
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1209003&pid=7838885&toi=6265
lunes, 7 de diciembre de 2009
"La alta sociedad", los amos del siglo XXI
Trabajadoras del hogar en México enfrentan largas jornadas, encierro, mala alimentación, golpes, humillación y abuso sexual
ESCLAVAS A DOMICILIO. Detrás de las tareas que realizan las trabajadoras domésticas hay largas jornadas, encierros, humillaciones, nulos derechos laborales y abusos sexuales (Foto: Adrián Hernández / EL UNIVERSAL )
Liliana Alcántara
El Universal
Jueves 03 de diciembre de 2009
"Se vende una esclava mulata de 20 a 25 años. Sabe guisar, coser, lavar, planchar y peinar con todo primor. Darán razón de ella en la calle ancha de San Bernardo”.
Este es un anuncio de ocasión publicado en 1760 en un pasquín español durante la época de la esclavitud, cuando las personas se comercializaban como objetos en México y en el mundo.
Carmen Sarasúa, escritora del libro Criados, nodrizas y amos: el servicio doméstico en la formación del mercado, cita en su obra decenas de anuncios similares, uno de ellos publicado en 1768: “En la calle de Las Infantas, casa número 12, se vende una esclava negra de 26 años de edad; sabe guisar, planchar, hacer pan y otras cosas”.
Ha transcurrido un siglo y aunque las actrices de esas historias de esclavitud cambiaron y las circunstancias son otras, las formas de explotación y los malos tratos se mantienen actualmente pese al paso del tiempo.
Los amos de aquella época son, en este siglo XXI, señoras de “la alta sociedad” en el Distrito Federal. Ellas ahora colocan anuncios afuera de sus casas solicitando “sirvienta” o “muchacha” o visitan las sierras de Puebla, Veracruz, Oaxaca y Guerrero para buscar y comprar mujeres y utilizarlas en los quehaceres del hogar.
Las nodrizas de antes son ahora niñas, adolescentes y mujeres indígenas en su mayoría, con educación básica inconclusa, que suelen trabajar entre 16 y 18 horas diarias en casas o departamentos que se convierten casi en prisiones y donde sólo les es autorizada la salida los fines de semana, tras una larga jornada con bajo salario, sin seguro social y ninguna otra prestación.
Los calabozos de esa época son ahora residencias en las que a la “servidumbre” se les acondiciona un cuarto ubicado detrás o hasta arriba del inmueble, muchas veces en obra negra, húmedo, sin puertas o ventanas y con camas estropeadas o camastros.
El conteo oficial dice que hay un millón 558 mil mujeres que se dedican al trabajo doméstico en México. Las organizaciones que agrupan a algunas de estas trabajadoras del hogar —como exigen que se les llame— aseguran que nueve de cada 10 comparten historias de explotación y de esclavitud.
Largas jornadas de trabajo, encierro, raquítica alimentación, golpes, humillaciones, sin derecho a recibir asistencia médica y abuso sexual son situaciones que día a día padecen las mujeres del servicio doméstico, una actividad que no está bien regulada en la Ley Federal del Trabajo y que no es considerada por la sociedad, en general, como una forma de empleo, aunque sea remunerada.
En casos extremos, las patronas han suministrado anticonceptivos a sus empleadas y las han utilizado en fiestas de iniciación sexual de juniors.
Estos abusos han obligado que algunas mujeres se agrupen para exigir respeto a sus derechos humanos, y a partir del próximo domingo, con una marcha, iniciarán en el país una campaña que llegará hasta Ginebra, Suiza, donde en 2010 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) convocará a los gobiernos a una conferencia mundial en la que deberán comprometerse a mejorar las condiciones laborales de este sector.
La organización de este movimiento comenzó justo en esta época del año porque es la temporada de los despidos. La Unidad de Investigación solicitó en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social una entrevista para conocer la forma como el gobierno federal protege los derechos laborales de las empleadas del hogar pero no hubo respuesta.
Peor que un perro
Celerina Morales ha dedicado 18 años de su vida al trabajo doméstico. Su experiencia en las lujosas casas donde ha servido no se parece nada a la que se observa en las telenovelas mexicanas de exportación. No se enamoró del patrón adinerado ni un hombre rico se apiadó de su pobreza. Tampoco terminó siendo la gerente de una importante empresa ni heredó una fortuna inesperada.
Su peor episodio lo cuenta con lágrimas. Hace 12 años la contrataron para hacer la limpieza en departamentos que se rentan para extranjeros. Le prometieron que le pagarían 50 pesos diarios por trabajar desde las 8:00 hasta las 17:00 horas. Nada de eso le cumplieron. Le daban sólo 30, a veces 35 pesos, pero nada más y aún cuando se cumplía su horario de salida, ella seguía trabajando porque antes de retirarse, la dueña del edificio entraba a cada una de las habitaciones para deslizar sus dedos en los muebles y comprobar que no hubiera polvo. Si lo había, Celerina tenía que pasar de nuevo el trapo. “Yo le explicaba a la señora que no era polvo, que era la pelusa del trapo, pero no me creía y se enojaba más”.
Sus alimentos se los daban a las 12:00 para que comiera en una sola tanda y evitar darle el desayuno y luego la comida. Pero además, le daban restos de alimentos, todo en un solo plato. Así que si había sopa aguada, frijoles y un guisado se lo mezclaban todo.
“Comía peor que un perro porque ni a él lo alimentaban así. Llegó un momento en que le dije a la señora que ya no quería comer ahí. Nunca le dije que en realidad me daba asco”.
Diciembre, gustó pa’ que se fueran
Celerina renunció cuando encontró otro trabajo que parecía mejor. En ese sí había buenos tratos, pero la despidieron de mala manera. Un día, recibió un mensaje de texto en su celular: “Contraté a otra persona, ya no necesito tus servicios”. Su patrona la había acusado días atrás de robo. “Dijo que se le había perdido dinero y le juraba que no había sido yo, pero es que era casi diciembre”.
Diciembre representa un problema para las trabajadoras del hogar. Es la época en la que más viven angustiadas porque algunos empleadores —explica Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para las Empleadas del Hogar— para no pagar aguinaldo las despiden usando un argumento común: el robo de dinero o pertenencias, o porque algo hicieron mal en su activdad laboral. “A finales del año comienzan a despedir a las empleadas para no darles indemnización”.
Bautista considera que les va peor, al grado de sufrir violencia, si eligen ese mes para pedir un incremento salarial. “Hasta el DIF (Desarrollo Integral de la Familia) llegó el caso de una señora que golpeó a dos de sus trabajadoras y las acusó de robar sus joyas. Ella aseguraba que el monto de lo robado era de 500 mil pesos, pero las empleadas aseguran que ellas jamás tomaron nada y que todo sucedió porque le pidieron un aumento de sueldo. Incluso a una de ellas la aventó por las escaleras y no pasó a mayores, pero es común”.
Celerina Morales piensa que los patrones “son insensibles y negreros” porque “no nos ven como personas que tenemos derechos. Se les olvida que también tenemos familia y queremos que nos traten como trabajadoras que somos, no como esclavas”.
Mujer contra mujer
Rocío García Gaytán, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), lamenta que el trabajo doméstico sea aún una forma de esclavitud.
“En el instituto recibimos denuncias anónimas que me gustaría que fueran con nombre y apellido, en las que me dicen que las mujeres de un estrato social alto van a Oaxaca o a Guerrero a comprar mujeres para el trabajo doméstico y entonces las tratan como si les pertenecieran. Eso es abominable”.
La funcionaria considera que “no podemos hacernos esto como mujeres porque si exigimos derechos, debemos empezar por respetarnos”.
Respeto es lo que pide Amalia Dorantes Islas, una mujer de 67 años de edad que ha dedicado su vida laboral al trabajo doméstico, quien fuera explotada y que hoy, por tener canas y arrugas está desempleada. Los empleadores le dicen que “ya no rinde”.
En su juventud rindió hasta más no poder en una residencia capitalina donde vivía para servir desde las siete de la mañana, hasta la 11 o 12 de la noche y a veces hasta la una o dos de la mañana si había fiesta de los patrones.
Era la casa de una ciudadana española. Se levantaba a las siete para hacer el desayuno, lavar trastes, limpiar la cocina y echar ropa a la lavadora. Al mediodía tenía que consultar el menú de la comida y prepararla. Mientras estaban listos los platillos, sacudía los muebles y arreglaba el jardín. Y si el niño de la casa llegaba de la escuela había que cuidarlo, bañarlo y alimentarlo.
Después de la comida, dice, lavaba trastes de nuevo y comenzaba a planchar la ropa hasta las seis o siete de la noche cuando debía preparar la cena. Después de la cena, otra vez los trastes y llevar a dormir al niño. Antes de que ella durmiera tenía que pedir autorización a la patrona porque si se le ofrecía algo debía estar disponible.
A su cuarto, que estaba arriba de la casa, subía arrastrando los pies de cansancio y no tenía vida personal, pues sólo le daban permiso para salir los sábados en la tarde y debía llegar el domingo antes de que oscureciera.
Si en alguna ocasión Amalia amanecía enferma, ella seguía trabajando. Su pago era de 750 pesos a la semana y cuando pidió un aumento salarial dejó de ser útil desde el punto de vista de su patrona, quien además le reprochó la edad.
“Deben vernos como seres humanos, la ven a una muy abajo como parásito, pero somos como cualquier trabajador”, dice Amalia Dorantes, quien colgó en pecho y espalda un letrero donde exige el respeto a sus derechos laborales durante una campaña informativa que comenzó hace dos semanas en la Alameda Central del Distrito Federal como parte de las movilizaciones que organiza el Centro de Apoyo y Capacitación para las Empleadas del Hogar.
Los riesgos a la salud
El trabajo doméstico también tiene sus riesgos. Susana Sottoli, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), asegura que según las estadísticas oficiales, 60% de los niños mexicanos que trabajan se desempeñan en las tareas de hogar.
Considera que además de ser una actividad casi invisible, los niños son sometidos a condiciones de explotación que les impide desarrollar su niñez, pues por lo regular dejan de jugar y educarse y adquieren responsabilidades de adultos como el cuidado de otros niños.
Saúl Arellano, director de Investigación del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS), comenta que hay niñas que desde los seis u ocho años de edad son contratadas en el servicio doméstico y los padres lo aceptan porque dicen: “pues aquí (en el pueblo) no tenemos ni para que coma, mejor que se vaya”.
“Las condiciones de vida en sus lugares de origen son tan deplorables que las familias de esas niñas y quienes las contratan consideran que el menor de los males es preferible, pero cuando se trata de los derechos humanos de las personas, eso no es aplicable porque como empleadas domésticas están privadas de la educación, la salud, de tener una vivienda justa y una vida familiar”.
Arellano agrega que además de los riesgos que implica esta actividad económica, “hay casos de trata en los que se explota a las trabajadoras del hogar y se les obliga a ejercer la prostitución y se sabe de casos en donde son usadas para una especie de rituales de iniciación sexual de jóvenes adinerados”.
Patricia Hernández, directora del Colectivo Atabal —una asociación civil que capacita a las trabajadoras del hogar— considera que sin importar si son niñas, adolescentes o adultas “todas terminan siendo vistas como máquinas porque además de hacer el quehacer, terminan siendo enfermeras, sicólogas y hasta mamás sustitutas”.
Dice que la mayoría de las mujeres padecen de enfermedades originadas por las cargas excesivas de trabajo como reumatismo, dolores de columna, problemas en los ojos por el uso de productos de limpieza, artritis y otros padecimientos, “pero si se quiere denunciar cualquier abuso ni siquiera pueden acudir a la Junta de Conciliación y Arbitraje porque les dicen que el doméstico no es considerado un trabajo”.
En defensa de ellas
La directora Marcelina Bautista insiste en que la legislación no las protege como trabajadoras mexicanas, mucho menos a las extranjeras.
Ese es el caso de una trabajadora doméstica que fue traída desde Perú por su patrona, quien le retuvo sus documentos migratorios para evitar que escapara de los malos tratos. “Cuando la trajeron a México le hicieron firmar un documento en el que le decían que el costo del traslado hacia acá era de 2 mil dólares y que no podía abandonar la casa si antes no pagaba esa deuda”.
Bautista, como parte de una red latinoamericana de empleadas del hogar, gestiona ante la OIT la elaboración de un convenio que especifique a los gobiernos su responsabilidad de respetar los derechos laborales de las trabajadoras domésticas. Pero además, en México, tiene planes de formar un sindicato que proporcione seguridad laboral a las trabajadoras del hogar “para dar fin de una vez por todas a la esclavitud”.
Contacto:
Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, CACEH
Medellín 33, col. Roma, Del. Cuauhtémoc, entre metro Insurgentes y Sevilla. Horario de atención de 10:00 a 13:00 horas.
Tel. 52 07 54 66
ESCLAVAS A DOMICILIO. Detrás de las tareas que realizan las trabajadoras domésticas hay largas jornadas, encierros, humillaciones, nulos derechos laborales y abusos sexuales (Foto: Adrián Hernández / EL UNIVERSAL )
Liliana Alcántara
El Universal
Jueves 03 de diciembre de 2009
"Se vende una esclava mulata de 20 a 25 años. Sabe guisar, coser, lavar, planchar y peinar con todo primor. Darán razón de ella en la calle ancha de San Bernardo”.
Este es un anuncio de ocasión publicado en 1760 en un pasquín español durante la época de la esclavitud, cuando las personas se comercializaban como objetos en México y en el mundo.
Carmen Sarasúa, escritora del libro Criados, nodrizas y amos: el servicio doméstico en la formación del mercado, cita en su obra decenas de anuncios similares, uno de ellos publicado en 1768: “En la calle de Las Infantas, casa número 12, se vende una esclava negra de 26 años de edad; sabe guisar, planchar, hacer pan y otras cosas”.
Ha transcurrido un siglo y aunque las actrices de esas historias de esclavitud cambiaron y las circunstancias son otras, las formas de explotación y los malos tratos se mantienen actualmente pese al paso del tiempo.
Los amos de aquella época son, en este siglo XXI, señoras de “la alta sociedad” en el Distrito Federal. Ellas ahora colocan anuncios afuera de sus casas solicitando “sirvienta” o “muchacha” o visitan las sierras de Puebla, Veracruz, Oaxaca y Guerrero para buscar y comprar mujeres y utilizarlas en los quehaceres del hogar.
Las nodrizas de antes son ahora niñas, adolescentes y mujeres indígenas en su mayoría, con educación básica inconclusa, que suelen trabajar entre 16 y 18 horas diarias en casas o departamentos que se convierten casi en prisiones y donde sólo les es autorizada la salida los fines de semana, tras una larga jornada con bajo salario, sin seguro social y ninguna otra prestación.
Los calabozos de esa época son ahora residencias en las que a la “servidumbre” se les acondiciona un cuarto ubicado detrás o hasta arriba del inmueble, muchas veces en obra negra, húmedo, sin puertas o ventanas y con camas estropeadas o camastros.
El conteo oficial dice que hay un millón 558 mil mujeres que se dedican al trabajo doméstico en México. Las organizaciones que agrupan a algunas de estas trabajadoras del hogar —como exigen que se les llame— aseguran que nueve de cada 10 comparten historias de explotación y de esclavitud.
Largas jornadas de trabajo, encierro, raquítica alimentación, golpes, humillaciones, sin derecho a recibir asistencia médica y abuso sexual son situaciones que día a día padecen las mujeres del servicio doméstico, una actividad que no está bien regulada en la Ley Federal del Trabajo y que no es considerada por la sociedad, en general, como una forma de empleo, aunque sea remunerada.
En casos extremos, las patronas han suministrado anticonceptivos a sus empleadas y las han utilizado en fiestas de iniciación sexual de juniors.
Estos abusos han obligado que algunas mujeres se agrupen para exigir respeto a sus derechos humanos, y a partir del próximo domingo, con una marcha, iniciarán en el país una campaña que llegará hasta Ginebra, Suiza, donde en 2010 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) convocará a los gobiernos a una conferencia mundial en la que deberán comprometerse a mejorar las condiciones laborales de este sector.
La organización de este movimiento comenzó justo en esta época del año porque es la temporada de los despidos. La Unidad de Investigación solicitó en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social una entrevista para conocer la forma como el gobierno federal protege los derechos laborales de las empleadas del hogar pero no hubo respuesta.
Peor que un perro
Celerina Morales ha dedicado 18 años de su vida al trabajo doméstico. Su experiencia en las lujosas casas donde ha servido no se parece nada a la que se observa en las telenovelas mexicanas de exportación. No se enamoró del patrón adinerado ni un hombre rico se apiadó de su pobreza. Tampoco terminó siendo la gerente de una importante empresa ni heredó una fortuna inesperada.
Su peor episodio lo cuenta con lágrimas. Hace 12 años la contrataron para hacer la limpieza en departamentos que se rentan para extranjeros. Le prometieron que le pagarían 50 pesos diarios por trabajar desde las 8:00 hasta las 17:00 horas. Nada de eso le cumplieron. Le daban sólo 30, a veces 35 pesos, pero nada más y aún cuando se cumplía su horario de salida, ella seguía trabajando porque antes de retirarse, la dueña del edificio entraba a cada una de las habitaciones para deslizar sus dedos en los muebles y comprobar que no hubiera polvo. Si lo había, Celerina tenía que pasar de nuevo el trapo. “Yo le explicaba a la señora que no era polvo, que era la pelusa del trapo, pero no me creía y se enojaba más”.
Sus alimentos se los daban a las 12:00 para que comiera en una sola tanda y evitar darle el desayuno y luego la comida. Pero además, le daban restos de alimentos, todo en un solo plato. Así que si había sopa aguada, frijoles y un guisado se lo mezclaban todo.
“Comía peor que un perro porque ni a él lo alimentaban así. Llegó un momento en que le dije a la señora que ya no quería comer ahí. Nunca le dije que en realidad me daba asco”.
Diciembre, gustó pa’ que se fueran
Celerina renunció cuando encontró otro trabajo que parecía mejor. En ese sí había buenos tratos, pero la despidieron de mala manera. Un día, recibió un mensaje de texto en su celular: “Contraté a otra persona, ya no necesito tus servicios”. Su patrona la había acusado días atrás de robo. “Dijo que se le había perdido dinero y le juraba que no había sido yo, pero es que era casi diciembre”.
Diciembre representa un problema para las trabajadoras del hogar. Es la época en la que más viven angustiadas porque algunos empleadores —explica Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para las Empleadas del Hogar— para no pagar aguinaldo las despiden usando un argumento común: el robo de dinero o pertenencias, o porque algo hicieron mal en su activdad laboral. “A finales del año comienzan a despedir a las empleadas para no darles indemnización”.
Bautista considera que les va peor, al grado de sufrir violencia, si eligen ese mes para pedir un incremento salarial. “Hasta el DIF (Desarrollo Integral de la Familia) llegó el caso de una señora que golpeó a dos de sus trabajadoras y las acusó de robar sus joyas. Ella aseguraba que el monto de lo robado era de 500 mil pesos, pero las empleadas aseguran que ellas jamás tomaron nada y que todo sucedió porque le pidieron un aumento de sueldo. Incluso a una de ellas la aventó por las escaleras y no pasó a mayores, pero es común”.
Celerina Morales piensa que los patrones “son insensibles y negreros” porque “no nos ven como personas que tenemos derechos. Se les olvida que también tenemos familia y queremos que nos traten como trabajadoras que somos, no como esclavas”.
Mujer contra mujer
Rocío García Gaytán, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), lamenta que el trabajo doméstico sea aún una forma de esclavitud.
“En el instituto recibimos denuncias anónimas que me gustaría que fueran con nombre y apellido, en las que me dicen que las mujeres de un estrato social alto van a Oaxaca o a Guerrero a comprar mujeres para el trabajo doméstico y entonces las tratan como si les pertenecieran. Eso es abominable”.
La funcionaria considera que “no podemos hacernos esto como mujeres porque si exigimos derechos, debemos empezar por respetarnos”.
Respeto es lo que pide Amalia Dorantes Islas, una mujer de 67 años de edad que ha dedicado su vida laboral al trabajo doméstico, quien fuera explotada y que hoy, por tener canas y arrugas está desempleada. Los empleadores le dicen que “ya no rinde”.
En su juventud rindió hasta más no poder en una residencia capitalina donde vivía para servir desde las siete de la mañana, hasta la 11 o 12 de la noche y a veces hasta la una o dos de la mañana si había fiesta de los patrones.
Era la casa de una ciudadana española. Se levantaba a las siete para hacer el desayuno, lavar trastes, limpiar la cocina y echar ropa a la lavadora. Al mediodía tenía que consultar el menú de la comida y prepararla. Mientras estaban listos los platillos, sacudía los muebles y arreglaba el jardín. Y si el niño de la casa llegaba de la escuela había que cuidarlo, bañarlo y alimentarlo.
Después de la comida, dice, lavaba trastes de nuevo y comenzaba a planchar la ropa hasta las seis o siete de la noche cuando debía preparar la cena. Después de la cena, otra vez los trastes y llevar a dormir al niño. Antes de que ella durmiera tenía que pedir autorización a la patrona porque si se le ofrecía algo debía estar disponible.
A su cuarto, que estaba arriba de la casa, subía arrastrando los pies de cansancio y no tenía vida personal, pues sólo le daban permiso para salir los sábados en la tarde y debía llegar el domingo antes de que oscureciera.
Si en alguna ocasión Amalia amanecía enferma, ella seguía trabajando. Su pago era de 750 pesos a la semana y cuando pidió un aumento salarial dejó de ser útil desde el punto de vista de su patrona, quien además le reprochó la edad.
“Deben vernos como seres humanos, la ven a una muy abajo como parásito, pero somos como cualquier trabajador”, dice Amalia Dorantes, quien colgó en pecho y espalda un letrero donde exige el respeto a sus derechos laborales durante una campaña informativa que comenzó hace dos semanas en la Alameda Central del Distrito Federal como parte de las movilizaciones que organiza el Centro de Apoyo y Capacitación para las Empleadas del Hogar.
Los riesgos a la salud
El trabajo doméstico también tiene sus riesgos. Susana Sottoli, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), asegura que según las estadísticas oficiales, 60% de los niños mexicanos que trabajan se desempeñan en las tareas de hogar.
Considera que además de ser una actividad casi invisible, los niños son sometidos a condiciones de explotación que les impide desarrollar su niñez, pues por lo regular dejan de jugar y educarse y adquieren responsabilidades de adultos como el cuidado de otros niños.
Saúl Arellano, director de Investigación del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS), comenta que hay niñas que desde los seis u ocho años de edad son contratadas en el servicio doméstico y los padres lo aceptan porque dicen: “pues aquí (en el pueblo) no tenemos ni para que coma, mejor que se vaya”.
“Las condiciones de vida en sus lugares de origen son tan deplorables que las familias de esas niñas y quienes las contratan consideran que el menor de los males es preferible, pero cuando se trata de los derechos humanos de las personas, eso no es aplicable porque como empleadas domésticas están privadas de la educación, la salud, de tener una vivienda justa y una vida familiar”.
Arellano agrega que además de los riesgos que implica esta actividad económica, “hay casos de trata en los que se explota a las trabajadoras del hogar y se les obliga a ejercer la prostitución y se sabe de casos en donde son usadas para una especie de rituales de iniciación sexual de jóvenes adinerados”.
Patricia Hernández, directora del Colectivo Atabal —una asociación civil que capacita a las trabajadoras del hogar— considera que sin importar si son niñas, adolescentes o adultas “todas terminan siendo vistas como máquinas porque además de hacer el quehacer, terminan siendo enfermeras, sicólogas y hasta mamás sustitutas”.
Dice que la mayoría de las mujeres padecen de enfermedades originadas por las cargas excesivas de trabajo como reumatismo, dolores de columna, problemas en los ojos por el uso de productos de limpieza, artritis y otros padecimientos, “pero si se quiere denunciar cualquier abuso ni siquiera pueden acudir a la Junta de Conciliación y Arbitraje porque les dicen que el doméstico no es considerado un trabajo”.
En defensa de ellas
La directora Marcelina Bautista insiste en que la legislación no las protege como trabajadoras mexicanas, mucho menos a las extranjeras.
Ese es el caso de una trabajadora doméstica que fue traída desde Perú por su patrona, quien le retuvo sus documentos migratorios para evitar que escapara de los malos tratos. “Cuando la trajeron a México le hicieron firmar un documento en el que le decían que el costo del traslado hacia acá era de 2 mil dólares y que no podía abandonar la casa si antes no pagaba esa deuda”.
Bautista, como parte de una red latinoamericana de empleadas del hogar, gestiona ante la OIT la elaboración de un convenio que especifique a los gobiernos su responsabilidad de respetar los derechos laborales de las trabajadoras domésticas. Pero además, en México, tiene planes de formar un sindicato que proporcione seguridad laboral a las trabajadoras del hogar “para dar fin de una vez por todas a la esclavitud”.
Contacto:
Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, CACEH
Medellín 33, col. Roma, Del. Cuauhtémoc, entre metro Insurgentes y Sevilla. Horario de atención de 10:00 a 13:00 horas.
Tel. 52 07 54 66
domingo, 6 de diciembre de 2009
Cifras sobre la violencia en el "día de la NO violencia"
Un mail estuvo circulando entre nosotras. No es de nuestra autoría, sino que está firmado por una delegada del Inadi de Entre Ríos, Cristina Ponce.
Las víctimas de violencia
En 2009, siete mujeres murieron en Entre Ríos, víctimas de violencia. En todo el país hubo 204 feminicidios. El 84,7% fueron asesinatos producidos por parejas o familiares directos, y el resto por círculos sociales no íntimos.
El 84,7% de las muertes de 2009 en el país fueron producidas por parejas o familiares directos.
En el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, organizaciones sociales pintaron en el mural recordatorio de calle Belgrano 50, en Paraná, los seis nombres de mujeres entrerrianas muertas en diciembre de 2008 y lo que va del 2009, víctimas de violencia familiar, aunque las estadísticas extraoficiales dan cuenta de siete feminicidios.
Los nombres de Diana, Romina, María, Silvia, Alicia y Rosa fueron pintados en el muro por representantes de Brazos del Paraná, Dirección de Atención de la Víctima, Abuelas de barrio Belgrano, Mupea, Fundación Mujeres Tramando y el Instituto Nacional contra la Discriminació n la Xenofobia y el Racismo (Inadi) delegación Entre Ríos.
Mural realizado el 25 de noviembre del año 2008
“El año pasado deseamos no tener que pintar más nombres en esta pared”, reflexionó Cristina Ponce, representante local de Inadi. Luego, Lucy Grimalt, integrante del Foro por el los Derechos de las Mujeres, nombró a las víctimas y las circunstancias de sus muertes, tras lo cual se expresó: “nunca más”.
El grupo se movilizó luego hasta plaza 1º de Mayo para asistir a una radio abierta organizada por Mujeres Tramando, la Dirección de la Mujer, el Foro por los Derechos de las Mujeres y el INADI.
Las actividades formaron parte de una serie e intervenciones urbanas, que seguirán esta tarde a las 17 en el salón de actos de la escuela Normal de Paraná, con un panel debate,y a las 18 se realizará un silbatazo en la Plaza 1º de Mayo.
Estadísticas
“Según estadísticas nacionales, siete de cada diez mujeres han sido abusadas alguna vez en su vida. Sólo una mujer de esas diez concreta la denuncia.
En lo que va de 2009 se produjeron 204 feminicidios en todo el país. De éste número, el 84,7% fueron asesinatos producidos por parejas o familiares directos, y el resto por círculos sociales no íntimos.
Desde enero a octubre de 2009 se produjeron 52 muertes en la provincia de Buenos Aires (27 de éstos feminicidios fueron en el conourbano bonaerense), 27 en Santa Fe, 13 en Mendoza, 8 en Santiago del Estero, 7 en Entre Ríos, 6 en Río Negro, 6 en Salta, 6 en Corrientes, 5 en Tucumán, 4 en San Luis, 4 en Jujuy, 4 en Chaco, 3 en Catamarca, 3 en La Rioja, 3 en La Pampa, 2 en Neuquén, 2 en Chubut, 2 en San Juan, 1 en Santa Cruz y 1 en Tierra del Fuego.
Datos vergonzantes
Diana Piriz , de 18 años, fue estrangulada por su hermano José Piriz, de 34 años, en Pronunciamiento, el 21 de enero de 2009.
Romina Arévalo, de 28 años, madre de un niño de cuatro, fue apuñalada en el pecho, el abdomen y el cuello por su esposo, Miguel Ángel Medrano, de 28 años, en la localidad de Crespo, el 9 de abril de 2009.
María Luque, madre de tres hijos, fue ultimada de un balazo en la cabeza por su esposo Miguel Páez, quien luego se suicidó. El hecho ocurrió el 16 de abril en Concordia.
El 30 de septiembre de 2009 murió en Paraná Silvia Grandolio. Nahuel Furlán, su pareja, la mató de 30 puñaladas con una cuchilla de carnicero. El arma quedó incrustada en el pecho de Silvia quien salió a la calle a pedir ayuda. Su atacante la remató delante de los vecinos que nada hicieron para ayudarla.
Alicia Vanini de 35 años, empleada domestica con dos hijos adolescentes, fue víctima de su ex pareja, Néstor Schmidt –de 44 años– quien fue a buscarla a su trabajo y la mató de un balazo en la cabeza a quemarropa para luego suicidarse con el mismo revolver calibre 22, el 6 de octubre de 2009 en Gualeguaychú.
El 14 de abril de este año, en Concordia, se produjo un infanticidio relacionado a la violencia familiar. La víctima fue un niño de ocho años. Su padre, Gabriel Sclavio, de 28 años lo asesinó “para hacerle daño a su mujer” y luego se suicidó. El asesino mató el niño a golpes que le provocaron fractura en los maxilares y luego lo remató asfixiándolo.
De noviembre de 2007 a noviembre de 2008 se produjeron en la provincia 11 muertes de mujeres por violencia familiar y de género, mal denominadas por la sociedad como "crimenes pasionales".
En la dolorosa tarea de escribir nuevos nombres de hermanas entrerrianas asesinadas
Paraná, 25 de noviembre de 2009
Cristina Ponce
Delegada en Entre Ríos del INADI
Gracias por su atenta lectura
El INADI tiene a disposición la línea telefónica gratuita 0-800-999-2345 durante las 24 horas para brindar un servicio de asesoramiento y recibir denuncias sobre actos de discriminació n.
INADI / Entre Ríos: 25 de Mayo 114 - Paraná - CP 3100 - Teléfono 0343- 4232034
e mail entrerios@inadi. gov.ar
Instituto Nacional contra la Discriminació n, la Xenofobia y el Racismo
Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos
www.inadi.gov. ar
Las víctimas de violencia
En 2009, siete mujeres murieron en Entre Ríos, víctimas de violencia. En todo el país hubo 204 feminicidios. El 84,7% fueron asesinatos producidos por parejas o familiares directos, y el resto por círculos sociales no íntimos.
El 84,7% de las muertes de 2009 en el país fueron producidas por parejas o familiares directos.
En el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, organizaciones sociales pintaron en el mural recordatorio de calle Belgrano 50, en Paraná, los seis nombres de mujeres entrerrianas muertas en diciembre de 2008 y lo que va del 2009, víctimas de violencia familiar, aunque las estadísticas extraoficiales dan cuenta de siete feminicidios.
Los nombres de Diana, Romina, María, Silvia, Alicia y Rosa fueron pintados en el muro por representantes de Brazos del Paraná, Dirección de Atención de la Víctima, Abuelas de barrio Belgrano, Mupea, Fundación Mujeres Tramando y el Instituto Nacional contra la Discriminació n la Xenofobia y el Racismo (Inadi) delegación Entre Ríos.
Mural realizado el 25 de noviembre del año 2008
“El año pasado deseamos no tener que pintar más nombres en esta pared”, reflexionó Cristina Ponce, representante local de Inadi. Luego, Lucy Grimalt, integrante del Foro por el los Derechos de las Mujeres, nombró a las víctimas y las circunstancias de sus muertes, tras lo cual se expresó: “nunca más”.
El grupo se movilizó luego hasta plaza 1º de Mayo para asistir a una radio abierta organizada por Mujeres Tramando, la Dirección de la Mujer, el Foro por los Derechos de las Mujeres y el INADI.
Las actividades formaron parte de una serie e intervenciones urbanas, que seguirán esta tarde a las 17 en el salón de actos de la escuela Normal de Paraná, con un panel debate,y a las 18 se realizará un silbatazo en la Plaza 1º de Mayo.
Estadísticas
“Según estadísticas nacionales, siete de cada diez mujeres han sido abusadas alguna vez en su vida. Sólo una mujer de esas diez concreta la denuncia.
En lo que va de 2009 se produjeron 204 feminicidios en todo el país. De éste número, el 84,7% fueron asesinatos producidos por parejas o familiares directos, y el resto por círculos sociales no íntimos.
Desde enero a octubre de 2009 se produjeron 52 muertes en la provincia de Buenos Aires (27 de éstos feminicidios fueron en el conourbano bonaerense), 27 en Santa Fe, 13 en Mendoza, 8 en Santiago del Estero, 7 en Entre Ríos, 6 en Río Negro, 6 en Salta, 6 en Corrientes, 5 en Tucumán, 4 en San Luis, 4 en Jujuy, 4 en Chaco, 3 en Catamarca, 3 en La Rioja, 3 en La Pampa, 2 en Neuquén, 2 en Chubut, 2 en San Juan, 1 en Santa Cruz y 1 en Tierra del Fuego.
Datos vergonzantes
Diana Piriz , de 18 años, fue estrangulada por su hermano José Piriz, de 34 años, en Pronunciamiento, el 21 de enero de 2009.
Romina Arévalo, de 28 años, madre de un niño de cuatro, fue apuñalada en el pecho, el abdomen y el cuello por su esposo, Miguel Ángel Medrano, de 28 años, en la localidad de Crespo, el 9 de abril de 2009.
María Luque, madre de tres hijos, fue ultimada de un balazo en la cabeza por su esposo Miguel Páez, quien luego se suicidó. El hecho ocurrió el 16 de abril en Concordia.
El 30 de septiembre de 2009 murió en Paraná Silvia Grandolio. Nahuel Furlán, su pareja, la mató de 30 puñaladas con una cuchilla de carnicero. El arma quedó incrustada en el pecho de Silvia quien salió a la calle a pedir ayuda. Su atacante la remató delante de los vecinos que nada hicieron para ayudarla.
Alicia Vanini de 35 años, empleada domestica con dos hijos adolescentes, fue víctima de su ex pareja, Néstor Schmidt –de 44 años– quien fue a buscarla a su trabajo y la mató de un balazo en la cabeza a quemarropa para luego suicidarse con el mismo revolver calibre 22, el 6 de octubre de 2009 en Gualeguaychú.
El 14 de abril de este año, en Concordia, se produjo un infanticidio relacionado a la violencia familiar. La víctima fue un niño de ocho años. Su padre, Gabriel Sclavio, de 28 años lo asesinó “para hacerle daño a su mujer” y luego se suicidó. El asesino mató el niño a golpes que le provocaron fractura en los maxilares y luego lo remató asfixiándolo.
De noviembre de 2007 a noviembre de 2008 se produjeron en la provincia 11 muertes de mujeres por violencia familiar y de género, mal denominadas por la sociedad como "crimenes pasionales".
En la dolorosa tarea de escribir nuevos nombres de hermanas entrerrianas asesinadas
Paraná, 25 de noviembre de 2009
Cristina Ponce
Delegada en Entre Ríos del INADI
Gracias por su atenta lectura
El INADI tiene a disposición la línea telefónica gratuita 0-800-999-2345 durante las 24 horas para brindar un servicio de asesoramiento y recibir denuncias sobre actos de discriminació n.
INADI / Entre Ríos: 25 de Mayo 114 - Paraná - CP 3100 - Teléfono 0343- 4232034
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Instituto Nacional contra la Discriminació n, la Xenofobia y el Racismo
Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos
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