Peter De Bruyne es uno de los 200 inmigrantes belgas con residencia en la Argentina; a pesar de las estafas que sufrió, ama vivir en Tigre y no piensa en volver a su país de origen
Peter De Bruyne vino de vacaciones desde Flandes, una región de Bélgica, hace poco más de tres años; se enamoró y decidió quedarse con el "amor de su vida" en la Argentina. Con su pareja diseñó un proyecto inmobiliario millonario y juntos lo llevaron adelante.
Pero en el trayecto, Peter tuvo algunas decepciones. Además de separarse, cuenta que varias veces intentaron estafarlo y que una vez llegó a perder 200.000 pesos por una maniobra un tanto arbitraria de un estudio de abogados. Sin embargo, este joven emprendedor aún conserva la ilusión de vivir en el país y dice estar aprendiendo a manejarse distinto: a confiar menos.
"Hay una forma de discriminación que siento y es cuando abro mi boca y piensan: 'Es un chico con euros, vamos a poner el precio un poco más alto' ", relata este administrador de empresas que aclara que sólo se refiere a comerciantes y abogados de la Ciudad de Buenos Aires, no así a los isleños de Tigre, donde eligió instalarse.
Es mediodía y él dice tener todo el tiempo del mundo para conversar: la entrevista con lanacion.com transcurre en el mercado de frutos, donde aprovecha para hacer algunas compras.
Siempre sonriente, se excusa por su escaso vocabulario en español y se toma algunos minutos para explayarse y explicar lo que más le gusta de Tigre, así como lo que le molesta de lo que conoce hasta el momento de la Argentina. "Soy un poco bruto para decir -aclara en su medio castellano- pero los porteños miran mucho el dinero y están muy ocupados en las pequeñas letras para ver cómo nos van a estafar".
En los últimos cinco años, casi 200 belgas pidieron residencia en el país, según cifras de la Dirección Nacional de Migraciones del Ministerio del Interior de la Nación. Representan menos del 1% del total de la inmigración, pero en esta serie de historias con inmigrantes vip ( "A mí me favorece el efecto rubio" fue la primera y concluirá con "Lo trucho es la esencia de lo argentino") su visión ayuda a construir un poco cómo los extranjeros de países desarrollados, se sienten en la Argentina y por qué eligen este destino para vivir
"Yo estoy acá para hacer una empresa y ellos están pendientes, no por la continuación del proyecto, sino porque quieren quedarse con tu dinero", enfatiza quien eligió instalarse en una isla en el Delta para alejarse lo más posible de la ciudad de Buenos Aires, a la que considera un ambiente hostil.
En el delta inició dos proyectos: la construcción de un hotel boutique y un restaurante de lujo .
Según cuenta, otros compatriotas suyos también padecen la "viveza criolla" a la que él refiere. "Conozco alguna gente que tiene buenas empresas aquí y que piensan invertir en turismo", señala. "Este es un ámbito bastante abierto para moverse, es un país maravilloso. Y es fácil entrar, no hay muchas preguntas y cuando no tenés papeles también es fácil si sos belga. Es una ventaja que la Argentina no tenga controles estrictos", celebra. Aunque siempre vuelve a la necesidad del "tener cuidado para que no te estafen".
El costado social. Uno de los aspectos de la Argentina que a Peter "le duele", según afirma, es la pobreza y la desigualdad. Esa inquietud la plasmó en un tercer proyecto, pero sin fines de lucro: puso en marcha un centro cultural que incluye una biblioteca popular, con el objetivo de dar un apoyo educativo a los isleños del Delta.
La revista impresa Caraguata (aún no tiene su versión digital), testimonia su gestión social. En el ejemplar, que entrega orgulloso a lanacion.com , puede leerse la oferta de cursos, talleres, muestras, campamentos, poemas y cuentos, entre otros, que surgen del centro cultural.
Desde la pequeña isla donde vive, Peter reconoce que cada vez le cuesta más tomar una lancha y navegar hacia otros destinos. Incluso, confiesa que evita internarse en las ciudades. "Aquí me encanta vivir y soy libre, tengo la tranquilidad de la isla, y ni un pelo de mi cabeza piensa en volver a Bélgica", se toca su pelada y sonríe feliz.
"Si se maltrata al inmigrante pobre, no hay democracia"
El especialista en migraciones Alejandro Grimson, consultado por lanacion.com , explicó que todos los inmigrantes, tanto los pobres como los que vienen con dinero, colaboran con el desarrollo económico y social de un país y hacen a la diversidad cultural.
Luego se refirió al rol que le cabe al Estado en el tema, y señaló que éste debe darles igual trato a unos y otros. "Si nos regimos por parámetros democráticos y republicanos, se debería tratar a todos como iguales, de lo contrario estaríamos frente a una forma aristocrática y feudal de concebir las relaciones humanas", explicó. "No porque alguien tenga dinero y venga a hacer inversiones lo vamos a tratar mejor, no porque sea un inmigrante pobre se lo va a maltratar. Si esto ocurre no hay democracia".
http://www.lanacion.com.ar/1363628-inmigracion-vip-me-ven-y-piensan-en-euros
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario