Las protestas en Arizona siguen, y en otros tantos otros sitios también. Algunos medios argentinos se hicieron eco de la noticia. Algo nos llamó la atención: la noticia está en la tapa del diario La Nación. Como siempre ocurre,algunos comentarios de los lectores de dicho medio asustan.
Algo positivo tiene esta cuestión: es imposible tapar el fenómeno migratorio. Es global. Miles de personas migran y miles lo seguirán haciendo; otras tantas seguirán resistiendo, a pesar que haya muchas más leyes como la de Arizona.
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Arizona apela el fallo contra la ley migratoria, en medio de protestas
Hace apenas tres meses la gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, era una mujer preocupada, con ojeras. Los sondeos de opinión indicaban que su posibilidad de ser reelegida en las elecciones de noviembre era casi nula. Sin embargo, cuando Brewer anunció ayer que había apelado el fallo que suspendió las partes más controvertidas de la ley antiinmigrantes ilegales estaba sonriente, muy segura de sí misma. Y no es para menos. El tema inmigración le ha salvado su carrera política. No sólo ha aumentado su popularidad en Arizona sino que al mismo tiempo el espinoso asunto la ha transformado en una estrella a nivel nacional.
Brewer se siente ahora todopoderosa. “Tengo que poder proteger a los ciudadanos de nuestro estado porque el gobierno federal no lo está haciendo”, disparó. “Si el gobierno federal quiere hacerse cargo de la inmigración ilegal, entonces tiene que hacer su trabajo. Arizona no tendría este problema, si el gobierno hubiera asumido su responsabilidad”, agregó.
Los cientos de hispanos que marcharon ayer por las calles de Phoenix pese al fallo de la juez Susan Bolton, son conscientes de lo que significa la transformación de Brewer. “Podemos haber ganado una batalla con el fallo pero mientras los Brewer y los ‘Joe Arpaio’ sigan con el apoyo popular que tienen debido al tema inmigración, no podemos quedarnos con los brazos cruzados”, dijo a Clarín el ex senador de la legislatura de Phoenix, Alfredo Gutiérrez durante una conversación telefónica que tuvo lugar justo antes de que fuera apresado durante las manifestaciones de ayer.
En total, unas 40 personas fueron arrestadas en el marco de las protestas pacíficas por la entrada en vigor de la ley, a pesar de carecer de sus artículos más polémicos, gracias al fallo del miércoles.
“Nuestra lucha debe continuar. El racismo que hay en este estado está muy arraigado. El odio ha ido en aumento porque cada vez somos más. Obama nos ha decepcionado o ¿cómo explica usted que todavía no haya presentado su reforma de inmigración al Congreso a pesar de que tiene la mayoría en ambas cámaras? Nosotros tenemos que seguir movilizados hasta lograr que aprueben una reforma realmente amplia y los Joe Arpaio se vuelvan a sus casas”, insistió.
Hijo de una familia de inmigrantes italianos, el sheriff de Phoenix Joe Arpaio explicó durante una reciente entrevista con Clarín que él no está “en contra de los inmigrantes”. “Estoy en contra de los inmigrantes ilegales. Es necesario que la ley se cumpla”, dijo.
Sin embargo, Arpaio no se mostró ayer muy dispuesto a respetar el fallo de Bolton que suspendió, entre otras cosas, la posibilidad de que la policía arreste a sospechosos de ser inmigrantes ilegales que no tengan sus documentos en el bolsillo o que están buscando empleos en lugares públicos. Todo lo contrario, Arpaio dijo que las redadas continuarán y que la única diferencia es que en vez de poder llevar a los detenidos a “Tent City” –la cárcel donde los prisioneros viven en carpas–, tendrá que entregarlos a las autoridades migratorias.
Esto de por sí representa un alivio para los hispanos. En City Tent, los prisioneros se desmayan del calor . No pueden recibir cartas ni leer revistas pornográficas. Arpaio obliga a los prisioneros a que usen calzoncillos rosas “para que no se los roben cuando se van”, aclaró. Pero luego agregó que es consciente que todo hombre que usa el rosa se siente “humillado”.
Arpaio es sin duda la persona más odiada de los hispanos. “¡Arresten a Arpaio, no a la gente!”, gritaban ayer los manifestantes. “¡Arpaio racista, eres un terrorista!”, coreaban. Como en el caso de la gobernadora Brewer, las críticas contra Arpaio, sin embargo, no hacen más que aumentar su popularidad y la posibilidad de que el también sea reelegido . El cargo de Sheriff es en EE.UU. electivo.
Pese a los arrestos de ayer, las manifestaciones se desarrollaron en paz porque los grupos que están a favor de la ley decidieron no salir a la calle . No significa, sin embargo, que se dan por vencidos. Ayer, Brewer les pidió que contribuyeran con 5 dólares cada uno para financiar la apelación para revertir el fallo de Bolton. Y la respuesta fue masiva.
http://www.clarin.com/mundo/estados_unidos/Arizona-fallo-migratoria-medio-protestas_0_307769291.html
El futuro se decide en la Corte
30/07/10
Al suspender las partes más controvertidas de la ley SB1070, que entró en vigor ayer en Arizona, la jueza Susan Bolton inició una dura y larga batalla jurídica que sentará un precedente clave para las discusiones que están teniendo lugar en por lo menos 18 estados más que desean adoptar una legislación antiinmigración ilegal.
De acuerdo, a los expertos consultados por Clarín , la apelación de la gobernadora Jan Brewer conducirá el caso de Arizona directamente a la Corte Suprema, al menos que haya un arreglo de por medio. Con su fallo Bolton dejó en claro que lo que está en juego no es si la ley de Arizona es racista o discriminatoria, sino si es constitucional .
La Constitución de EE. UU. establece en su Décima Enmienda la supremacía de la ley federal sobre la estatal. Aclara, sin embargo, que los poderes que la Constitución no le otorga al gobierno federal, quedan en manos de los estados. La pregunta es si el tema de la inmigración cae en esta categoría. Mientras que el presidente Barack Obama piensa que sí, la gobernadora de Arizona y la oposición dicen que no.
Varios legisladores republicanos dijeron que incluso en el caso de que le competa al gobierno federal ocuparse de los temas migratorios, Obama no está cumpliendo con su deber y, por lo tanto, Arizona tiene la obligación de hacer lo que el gobierno federal no hace.
Randy Pullen, presidente del Partido Republicano de Arizona, dijo que considera “irónico” que Obama acuse al estado de usurpar la autoridad federal “cuando el gobierno ha atropellado la Décima Enmienda desde el principio”.
La discusión jurídica generada por la ley de Arizona se parece mucho a la que provocó la Proposición 187, aprobada en California en 1994. El objetivo de esa normativa era impedir que los inmigrantes ilegales pudiesen acceder a la atención médica, la educación y otros servicios sociales públicos. El entonces presidente Bill Clinton, al igual que Obama ahora, presentó una demanda en contra de la Proposición 187. Aquella vez el argumento fue que el gobierno federal era quien debía encargarse de los temas migratorios.
Como ahora en Arizona, aquella vez una jueza ordenó suspender la proposición hasta que se resuelva la cuestión de fondo. En 1999, y tras varios años de litigio, una corte federal de California dictaminó que la proposición era inconstitucional. Hubo una mediación y la proposición no llegó hasta la Corte Suprema. Murió de facto: nunca fue instrumentada. “Lo mismo ocurrirá con la SB1070”, pronosticó el alcalde de Los Angeles Antonio Villarraigosa, quien participó en la mediación de entonces.
http://www.clarin.com/mundo/futuro-decide-Corte_0_307769290.html
Estados Unidos
Creciente preocupación en millones de hispanos
Desafío en Arizona: arrestan a inmigrantes
Pese al bloqueo parcial de la nueva ley, ayer detuvieron a 32 presuntos ilegales; temor por posibles deportaciones
Silvia Pisani
Corresponsal en EE.UU.
PHOENIX, Arizona.- "Ustedes sigan así, haciendo lo mismo, que yo los iré arrestando uno por uno", desafió el temible alguacil Joe Arpaio.
Y, manos a la obra, por más que la justicia haya bloqueado los puntos más polémicos de la ley contra la llegada de inmigrantes sin papeles, ayer nomás detuvo a por lo menos 32 personas en un par de horas. Todo un récord y, para subrayar el desafío, el listado incluyó a Salvador Reza, uno de los íconos de la "resistencia".
Si el sheriff quiso pasar un mensaje, lo consiguió. "Aquí la batalla continúa", era ayer la sentencia en esta tierra, limítrofe con México y puerta de entrada para miles de personas sin papeles. "Nos seguirán persiguiendo", era el consenso de los que resisten.
Arizona es una tierra en la que, al calor de los ánimos -y de la sofocante temperatura, con 41 grados- se habla cada vez más abiertamente de "racismo" y de "persecución contra los mexicanos".
Pocas cosas parecen haber cambiado en las primeras 24 horas que siguieron a la agónica decisión de la jueza Susan Bolton de bloquear parcialmente la entrada en vigor de la vilipendiada ley SB1070 que, básicamente, convierte en crimen la inmigración ilegal.
Ni lerda ni perezosa, lo primero que hizo la gobernadora republicana Jan Brewer fue apelar esa "incómoda" decisión judicial, a ver si consigue de una vez el propósito de que los sin papeles sean declarados criminales.
"Tuve que pedir una apelación urgente porque la verdad es que ni Congreso de los Estados Unidos ni el presidente [intervinieron para ayudarnos]", dijo la gobernadora, en cuya piel y color de pelo se inspiró el mote de "la guerra de la rubia".
La legislatura de Arizona, controlada por republicanos, había aprobado la ley ahora para intentar que alrededor de un millón de inmigrantes ilegales abandonen el estado y para detener el tráfico de personas y drogas a lo largo de la frontera con México.
Pero, mientras tanto, el limbo judicial convirtió la vida en la ciudad en poco menos que un caos de incertidumbre. "Oiga, ¿le parece prudente que siga con las reuniones de apoyo para los sin papeles?", preguntó un sacerdote al abogado Ezequiel Hernández, un mexicano a quien se considera un oráculo en temas migratorios.
"La verdad: es peligroso. La ley dice que no se puede alentar a nadie a mantener la condición de no documentado", dijo el letrado. El miedo era uno solo: una redada en pleno salón parroquial. ¿Por qué no?
El mismo temor imperaba en la clínica Sunshine, de la pediatra Maritza Irizarry. "Las madres de mis pacientes tienen miedo de salir a la calle y no los traen a la consulta. Es terrible ver esto, pero es lo que está sucediendo", dijo la médica a LA NACION.
"Yo no trabajé para esto, para que ver que un niño, ciudadano de los Estados Unidos, se quede sin ser atendido porque la madre puede ser echada a patadas del país", añadió.
Las postales del miedo y de la rabia están en cada esquina. "Ustedes tienen que irse. Este no es su país", espetó, sin perder la calma, una mujer rubia a una morena mexicana.
Fue en la discusión que se generó a la salida del oficio religioso en la iglesia de la Santa Trinidad, con el que los inmigrantes sin papeles dieron gracias por el "respiro" que les dio el bloqueo parcial de la ley.
"¿Irme yo? ¿Por qué? Por qué no se va usted, que, después de todo, desciende de europeos que vinieron aquí y ocuparon esta tierra que era de los indios", contestó la mexicana.
La discusión cobró temperatura ("Váyase", "No me voy. Váyase usted", "Ni pienso: yo tengo papeles", "¿Y a mi qué me importa?") y se apagó tan rápido como se había suscitado. Eran apenas la ocho de la mañana -el oficio fue temprano, en un vano intento por evitar el calor- y así estaban las cosas.
"¿De qué se sorprende? Todo lo que empuja esto es racismo: racismo contra los mexicanos. Siempre fue así y lo será por mucho tiempo más", dijo el abogado Cristian Lodd, de la organización Arizona Promise, a LA NACION.
Otros coincidieron con la idea. "Ya desde niños, en la escuela, pronto te enteras de que eres distinto y de que tus derechos son inferiores", coincidió Candela Rodríguez, de una iglesia adventista y que, sin embargo, ayer se sumó al oficio católico. "Este es un momento difícil. Yo no me voy porque no pienso dejar que el miedo guíe mis acciones", añadió.
Ayer mismo, el presidente Barack Obama hablaba de racismo y pedía a los norteamericanos que enfrentaran el problema.
"Pero él se refiere a los negros. Por mucho que él, como negro, haya sufrido el racismo de este país, no se da cuenta de que el racismo contra los hispanos es tanto o más fuerte", apuntó Laura Meneses, productora radial que, dentro de cuatro semanas, dará a luz a un hijo. "Será norteamericano y yo le enseñaré a querer a este país. Este es un mal momento. Pero algún día, será distinto", aseguró.
Es que Arizona es, también, el escenario donde se libra una batalla mayor: por lo menos hay 20 estados que tienen proyectos inmigratorios similares y esperan para ver qué pasa.
La tarde caía rosada, con el sol muriendo en el desierto. Como enormes moscardones, dos helicópteros permanecían plantados sobre el edificio de Wells Fargo, donde tiene sus oficinas Arpaio, el "cazador de inmigrantes", como él mismo se hace llamar. Colgados como nubes negras, los helicópteros son parte de la rígida custodia que hay en esta ciudad, donde cualquier cosa puede pasar, siempre y cuando se sobreviva, primero, al calor que lo aplasta todo, menos la rabia.
PROTESTAS EN NUEVA YORK Y LOS ANGLES
PHOENIX (AP).- Las manifestaciones contra la ley de Arizona también se extendieron a otros estados norteamericanos. En la ciudad de Nueva York, unos 300 activistas por los derechos de los inmigrantes protestaron frente a los tribunales federales de Manhattan. "Ganamos una pequeña batalla en Arizona, debemos continuar la guerra??, les dijo el concejal local Jumaane Williams, hijo de inmigrantes caribeños. En Los Angeles, unas 200 personas ocuparon una esquina céntrica de mucho tránsito, a las 10 de la mañana, lo que obligó a la policía a cerrar el tráfico vehicular. No hubo arrestos.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1289528
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