"Irse ya no es suficiente"

Señala Gustavo Sierra, periodista de Clarín y enviado especial a Arizona. Desde allá escribe y aquí lo compartimos con ustedes.

Amenazan en Arizona con detener a los inmigrantes ilegales cuando se quieran ir

“Cuando se lo detecte tratando de dejar el país no lo vamos a dejar simplemente que haga la cola, lo vamos a detener e interrogar”, advirtieron autoridades del servicio de fronteras.

PorGustavo Sierra
Arizona, enviado especial

Irse ya no es suficiente. Las autoridades de migraciones de la ciudad fronteriza de Nogales, en Arizona, amenazan ahora con detener a cualquier persona que esté regresando a sus países si fue un residente indocumentado en Estados Unidos. “Cuando se detecte a un inmigrante ilegal tratando de dejar el país no lo vamos a dejar simplemente que haga la cola, lo vamos a detener e interrogar para consignar sus datos en nuestro sistema informático”, aseguró Bonnie Arellano, la portavoz del US Customs and Border Protection, el servicio de fronteras.

“Lo que queremos, por sobre todo, es no dejar escapar a cualquiera que haya cometido un crimen en nuestro país”, dijo al diario The Arizona Republic, Guadalupe Ramírez, la directora de aduanas de Nogales. Pero por debajo de esa explicación aparece la amenaza concreta de que los inmigrantes indocumentados serán perseguidos hasta el momento mismo en que estén dejando el país. Una acción que se entrelaza con el intento de aplicar la controvertida ley SB1070 que le daba poder a la policía para detener a cualquier persona sospechosa de no ser un residente legal. La ley fue obstaculizada temporalmente el jueves pasado y ahora será revisada por la Cortes Suprema.

Mientras tanto, el Departamento de Justicia estadounidense advirtió ayer al famoso sheriff Joe Arpaio, del condado de Maricopa (que comprende a Phoenix y sus alrededores), que puede ser demandado por no cooperar en una investigación sobre presuntas violaciones de derechos civiles y supuestas prácticas discriminatorias por origen y nacionalidad.

El fiscal general adjunto Thomas E. Pérez envió una carta a la oficina de Arpaio en Phoenix en la que le da plazo hasta el 17 de agosto para cooperar y evitar ser demandado por el gobierno federal.

La división de Derechos Civiles del Departamento de Justicia notificó el 10 de marzo de 2009 a la oficina de Arpaio que estaba siendo investigada por denuncias sobre registros e incautaciones fuera de la ley, una conducta policial discriminatoria y la negativa a proporcionar servicios básicos a personas con un dominio insuficiente del idioma inglés.

Arpaio, de 78 años, que se describe a sí mismo como “el sheriff más duro del oeste americano”, no tomó registro de lo que le dice el gobierno federal y continuó esta semana con sus redadas para la captura de inmigrantes indocumentados a los que retiene en las llamadas Tent City, campamentos carcelarios en los que los reclusos sobreviven en carpas bajo temperaturas extremas.

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