No estamos hablando de unos diez, veinte o cien casos al año (aunque esto también sería motivo de protesta). Por el contrario, según el informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de 2010, aproximadamente 20.000 de los 400.000 migrantes que transitan por México cada año son secuestrados.
(*Por Carolina S. Romero - Desde México DF)
Basta de secuestros de migrantes en su paso por México. Basta de muerte. Basta de desapariciones. Basta de tortura. Queremos justicia. Esas fueron las demandas de la Caravana Paso a Paso hacia la Paz, que llegó al Zócalo de la Ciudad de México el lunes, el mes pasado.
¿Quiénes participaron en la Caravana? Migrantes de Honduras, Guatemala, El Salvador. Activistas. Familiares de personas secuestradas, asesinadas o desaparecidas en su tránsito por México. Directores de los albergues para migrantes. Defensores de derechos humanos. Periodistas.
Los migrantes y sus defensores marcharon al Senado de la República donde varios voceros dijeron: No venimos por la foto o para saludarles. Queremos acción. Queremos resultados. La migración no es un problema de seguridad nacional. Son los migrantes quienes no tienen seguridad. Venimos a exigir el cese a la violencia contra los migrantes, la eliminación de la visa, la asistencia en buscar a las personas desaparecidas y un trato igualitario. Exigimos un alto a la complicidad de las autoridades con los crímenes contra los migrantes. Exigimos la cancelación de la Iniciativa Mérida.
Se acordó que no estamos hablando de unos diez, veinte o cien secuestros al año (aunque esto también sería motivo de protesta). Por lo contrario, según el informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de 2010, aproximadamente 20.000 de los 400.000 migrantes que transitan por México cada año son secuestrados . En algunos casos, ellos o sus familiares son extorsionados para pagar miles de dólares de rescate, mientras en otros casos, son asesinados o desaparecidos.
Organizada por el Movimiento Migrante Mesoamericano, la Caravana recorrió la ruta migrante por los estados de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla hasta llegar al Distrito Federal. Un contingente salió en autobús de la capital guatemalteca el pasado 24 de julio, mientras otro contingente salió de Tenosique, Tabasco en la frontera con Guatemala el siguiente día. El segundo grupo viajó en el lomo del tren conocido como “el tren de la muerte” o "la bestia" hasta Coatzacoalcos, Veracruz, donde los dos contingentes se unieron. Llegaron juntos a Tierra Blanca, Veracruz, donde se entrevistaron con el Relator de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, (CIDH).
Cabe señalar que varios de los participantes en la Caravana han enfrentado agresiones y detenciones de personal del Instituto Nacional de Migración y policías, pero que siguen con su trabajo en apoyo a los migrantes.
Dos ejemplos son el periodista Irineo Mújica Arzate y el organizador y documentalista Cristobal Sánchez. También en Puebla, el padre Alejandro Solalinde, coordinador del albergue “Hermanos en el Camino”, de Ixtepec, Oaxaca y dos de sus escoltas fueron detenidos durante media hora y acusados del transporte de armas, aún cuando los escoltas tenía permiso de portar las armas debido a la larga serie de amenazas recibidas por el padre Solalinde.
(*) Tomado de la Universidad Católica de El Salavador.
Fuente:http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=5276
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